Socorristas voluntarios acuden a emergencias en Venezuela
CARACAS (AP) — La crisis por la que atraviesa Venezuela mermó mucho los servicios de ambulancia y generó un vacío que está siendo llenado por voluntarios listos para salvar vidas en las calles de Caracas.
Se hacen llamar Ángeles de las Vías y usan insumos médicos donados y fondos de organizaciones internacionales. No cobran por sus servicios, pero unos 40 socorristas afirman que están disponibles para intervenir con motocicletas y ambulancias cada vez que se los necesite.
Jonathan Quantip, de 44 años, dice que él y Zuly Rodiz lanzaron el proyecto hace dos años, después de ver el rumbo que tomaban las cosas en Venezuela, sumida en una profunda crisis política y social.
“Los problemas del país los tenemos que resolver los venezolanos”, expresó Quantip. “Los tenemos que resolver cada quien en el área en la que es bueno”.
El grupo dispone de pocos fondos y no puede pagar sueldos. Cada socorrista tiene otra fuente de ingresos. Algunos trabajan en su tiempo libre, después de completar turnos en hospitales y departamentos de bomberos. Otros cocinan hamburguesas en restaurantes de comidas rápidas.
Los socorristas dicen que los empuja la adrenalina cada vez que reciben una llamada de emergencia para intervenir en una escena caótica tras un accidente automovilístico o una balacera. También los motivan sencillas expresiones de gratitud, según la socorrista Laura Lara, de 21 años.
“El ayudar a las personas y que las personas te digan gracias a pesar de su de su dolor, de su padecimiento”, expresó Lara. “Toda esa emoción es lo que hace que te enamores de esto”.
Venezuela, otrora una rica nación petrolera, quedó en ruinas tras años de crisis políticas. La mayoría de sus residentes no tienen agua corriente ni electricidad confiables. Y más de 5 millones de personas se fueron del país, en un éxodo comparable al de Siria, una nación sumida en una guerra.
Los hospitales venezolanos carecen de insumos básicos y de personal capacitado, y no hay suficientes servicios de ambulancias para cubrir las necesidades de la población, expresó Quantip, agregando que hay otras organizaciones de socorristas voluntarios además de la suya. El estado ofrece algunos servicios, pero no son confiables y a menudo no tienen equipo médico adecuado. Los servicios privados, en tanto, son demasiado costosos para la gran mayoría de la población.
El personal de Ángeles de las Vías trabaja en una oficina alquilada en el edificio de un diario que ya no tiene una edición impresa. Están pendientes constantemente de walkie-talkies que informan acerca de lo que sucede en la calle y monitorean chats en la internet de servicios de emergencia.
A veces los propios servicios de ambulancia y bomberos del sector público necesitan ayuda y los llaman, señalaron. Indicaron que hace poco los llamaron cuando un camión de bomberos se quedó sin gasolina.
Rodiz, de 38 años, es arquitecta y se gana la vida administrando portales en las redes sociales. Aprendió las cosas básicas de los socorristas tomando cursos y observando a los demás en la calle.
La mayoría de las llamadas que reciben son por accidentes de tráfico en Caracas, donde pocos hacen caso a los semáforos y las señales de tráfico, según Rodiz.
Aseguró que no hay competencia con los servicios públicos, incluidos la policía, los bomberos y las ambulancias. Sus colegas del sector público con frecuencia carecen de equipo médico básico como guantes y ellos comparten los que tienen, manifestó.
“Ya llega un momento en que te llaman. ‘Mira, necesitamos un apoyo’”, expresó. “Y bueno, una lo hace con todo el cariño y el amor del mundo, para poder apoyar a toda esa gente que de hecho nos abrieron paso”.
Diariamente se reciben de tres a cuatro llamadas y al menos una de ellas es para llevar a un hospital a alguien con coronavirus que tiene problemas para respirar, lo que expone a los voluntarios a contraer el COVID-19.
El doctor Luis Richard, cirujano especializado en traumas, dio clases a muchos miembros de Ángeles de las Vías, a quienes describe como “estrellas”. Dijo que no hay suficientes socorristas para satisfacer las necesidades.
Richard, quien hace poco emigró a Costa Rica, dijo que a menudo los socorristas son la diferencia entre la vida y la muerte.
“El 50% de los pacientes vive o muere por la atención prehospitalaria”, manifestó. “Ellos hacen la diferencia”.
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Scott Smith está en Twitter: @ScottSmithAP