Bolivianos se las ingenian para mantener magia del carnaval

Bolivianos se las ingenian para mantener magia del carnaval
Julio Rodríguez se pone su traje de "Diablada" o Danza de los Diablos para realizar el baile tradicional como homenaje al carnaval, en Oruro, Bolivia, el sábado 13 de febrero de 2021. En un esfuerzo por frenar la propagación del COVID-19, las autoridades suspendieron el carnaval en Oruro, una de las atracciones turísticas más grandes del país y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. (Foto AP/Juan Karita)

ORURO, Bolivia (AP) — Con música o sin ella, un bailarín vestido de diablo —una danza tradicional del carnaval de Oruro— salió a la calle para mostrar su devoción por el mayor desfile folclórico andino, que este año fue suspendido por un rebrote de la pandemia del nuevo coronavirus.

En medio de calles vacías y sin los miles de danzarines amenizando el carnaval en esta ciudad minera a 198 kilómetros al suroeste de La Paz, la familia Rodríguez se vistió con los trajes de la danza de la “Diablada” para venerar a la Virgen del Socavón.

El personaje carnavalesco suele vestir un buso blanco, faja negra y monedas, una capa bordada, pañoletas y botines blancos con detalles rojos, una peluca de cabellos blancos y la máscara de diablo.

Esta festividad tiene raíz religiosa y fue declarada por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Este sábado varios bailarines llegaron hasta el Santuario católico sin sus trajes, aunque algunos lo hicieron con la máscara de diablo y de otras danzas.

“La fe hace todo y no importa, aunque no dancemos este año todos estamos dolidos. Sabemos que esto (la pandemia) va a pasar con la ayuda de ella (Virgen) mientras tanto reuniremos fuerzas”, dijo a The Associated Press el bailarín Julio Rodríguez, quien también es profesor universitario y promotor de la cultura boliviana.

Rodríguez comparte su fe y su orgullo de su cultura con su familia.

Jacinto Quispaya, de la Asociación de Conjuntos del Folclore de Oruro, dijo que esta festividad reúne cada año al menos 60.000 bailarines pero que fue suspendida esta vez para evitar aglomeraciones y nuevos contagios.

De todas maneras se realizaron algunas actividades para no dejar pasar la fecha en Oruro, incluida una misa misa en el santuario que fue transmitida virtualmente.

Quispaya explicó que esta sería la segunda vez que se suspende el carnaval. La primera ocurrió durante la guerra del Chaco (1932-1935), un conflicto entre Bolivia y Paraguay por el territorio llamado el Chaco Boreal.

“Primero está la vida, luego disfrutaremos, bailaremos con nuestras danzas”, dijo en conferencia de prensa la ministra de Culturas, Sabina Orellana.

Se calcula que las pérdidas económicas por la suspensión de este tradicional desfile oscilan entre 70 a 80 millones de dólares, dijo Napoleón Gómez, presidente de la Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folclore.

Las autoridades han pedido a la población mesura en los festejos de los carnavales, que inician el sábado y concluyen con los feriados de lunes y martes. En su caso los instaron a que realicen ofrendas a la madre tierra o Pachamama.

En la región oriental de Santa Cruz, una de las más afectadas por la pandemia, declararon cuarentena por tres días de carnaval.

En las últimas semanas la cifra de fallecidos no ha bajado de 60 por día y los contagios continúan en ascenso, mientras los principales hospitales se encuentran saturados en el país andino, según las autoridades.

Hasta el viernes Bolivia registraba 235.098 casos de coronavirus y más de 11.000 fallecidos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

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