Agencias ONU presionan a la UE por devoluciones de migrantes
BRUSELAS (AP) — Las agencias de Naciones Unidas presionaban a la Unión Europea para que detuviera la práctica en alza de negar a los migrantes su derecho a pedir asilo, realizar expulsiones colectivas y emplear la violencia contra personas que intentan entrar en el bloque sin autorización.
Las devoluciones rápidas y las expulsiones colectivas son ilegales, según los tratados internacionales sobre refugiados, que permiten pedir protección a la gente que teme por su seguridad. Grecia, en incluso la agencia de fronteras y guardacostas Frontex, están entre los acusados de realizar devoluciones inmediatas o ser cómplices con esa práctica. Ellos niegan emplear esos métodos.
La Organización Internacional para las Migraciones dijo el miércoles que sigue recibiendo reportes documentados de violaciones de derechos humanos contra migrantes y refugiados, incluidos niños, en países miembros del bloque.
“El uso de la violencia y la fuerza excesiva contra los civiles es injustificable”, dijo el jefe de personal de la OIM, Eugenio Ambrosi. La soberanía de los países de la UE, señaló, “incluyendo su competencia para mantener la integridad de sus fronteras, debe estar alineada con sus obligaciones según el derecho internacional y el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos”.
La OIM, que recibe fondos de la UE para su labor en países del Mediterráneo y el Norte de África, dijo celebrar una serie de investigaciones iniciadas para llegar al fondo de las devoluciones rápidas.
La agencia de refugiados de Naciones Unidas también advirtió a finales del mes pasado que el derecho de asilo está “bajo asedio” en las fronteras europeas, y pidió a los países que investiguen y detengan las expulsiones y devoluciones rápidas.
ACNUR dijo que las nuevas llegadas de inmigrantes a la UE siguen cayendo cada año, con 95.000 personas llegadas por mar y tierra el año pasado. Es un descenso del 23% en comparación con 2019 y un tercio de las cifras de 2018, cuando llegaron más de 141.000 personas.
Frontex anunció el mes pasado que dejaría de trabajar en Hungría hasta que el gobierno nacionalista del país ajuste sus leyes a una decisión del alto tribunal de la UE sobre que Hungría está negando a las personas que entran sin autorización el derecho a pedir asilo, y deteniéndolas de forma ilegal en “zonas de tránsito”.
Las crecientes acusaciones sobre devoluciones rápidas se producen en un momento bochornoso, mientras la Cmisión Europea trata de conseguir apoyo unánime de los países miembros para su nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, que pretende reformar las disfuncionales leyes de asilo del bloque.