Muere Christopher Plummer, astro de "La novicia rebelde"
NUEVA YORK (AP) — Christopher Plummer, el elegante actor que interpretó al capitán von Trapp en el clásico del cine “The Sound of Music” (“La novicia rebelde”) y a los 82 años pasó a ser el actor de mayor edad en recibir un premio Oscar, falleció. Tenía 91 años.
Plummer murió el viernes por la mañana en su casa en Connecticut acompañado por su esposa, Elaine Taylor, dijo Lou Pitt, quien por años fue su amigo y su mánager.
A lo largo de más de 50 años de trayectoria, Plummer trabajó en proyectos tan variados como la película “The Girl With the Dragon Tattoo” (“La chica del dragón tatuado”), la cinta animada “Up” (” Up, una aventura de altura”), en la que hizo la voz del villano, y la obra de Broadway “Inherit the Wind”, como un astuto abogado.
Pero fue el papel del patriarca de los von Trapp en 1965, que interpretó junto a Julie Andrews, el que lo proyectó al estrellato. Plummer encarnó al capitán austriaco que debe huir de su país con su familia cantante para evitar prestar servicio en la armada nazi, un papel que lamentó como “sin sentido del humor y unidimensional”. Pasó el resto de su vida refiriéndose a la película como “The Sound of Mucus” (El sonido de los mocos), o “S&M” (sadomasoquismo).
“Nos esforzamos tanto para inyectarle humor”, dijo a The Associated Press en 2007. “Fue casi imposible. Era una agonía tratar de hacer que ese tipo no fuera una figura de cartón”.
El personaje lo catapultó a la fama, pero Plummer nunca buscaba papeles protagónicos pese a su pelo gris, su buena apariencia y su leve acento inglés. Prefería los papeles de carácter, que consideraba más sustanciosos. Su libro de memorias de 2012 se tituló “In Spite of Myself” (Pese a mí mismo).
Artistas de Hollywood y Broadway no tardaron en expresar sus condolencias en redes sociales. Joseph Gordon-Levitt calificó a Plummer “uno de los grandes” y George Takei escribió: “Descansa en música eterna, capitán von Trapp”. Dave Foley expresó: “Si llego a vivir 91 años quizás tenga tiempo para apreciar por completo todo el trabajo maravilloso de Christopher Plummer”.
Plummer tuvo un renacimiento notable en el cine ya de adulto mayor, empezando con su aclamada actuación como Mike Wallace en la película de Michael Mann de 1999 “The Insider” (“El informante”), y continuando con filmes como “A Beautiful Mind” (“Una mente brillante”) de 2001 y “The Last Station” (“La última estación”) de 2009, cuyo papel de un deteriorado Tolstoy le mereció una nominación al Oscar.
En 2012 ganó el Premio de la Academia al mejor actor de reparto por su trabajo en “Beginners” (“Beginners, así se siente el amor”), en la que interpretó a un director de museo que se declara abiertamente gay tras la muerte de quien fue su esposa por 44 años. Su última relación amorosa se vuelve una inspiración para su hijo, quien tiene dificultades para superar el deceso de su padre y encontrar intimidad en una nueva relación.
“Demasiada gente en el mundo está infeliz con su suerte, y entonces se retiran y se vuelven vegetales. Creo que la jubilación en cualquier profesión es la muerte, así que estoy decidido a seguir trabajando”, dijo el actor a la AP en 2011.
El 2017, Plummer reemplazó a Kevin Spacey como J. Paul Getty en “All the Money in the World” (“Todo el dinero del mundo”) apenas seis semanas antes de su estreno cinematográfico. La decisión fue validada oficialmente de la mejor manera posible: con una nominación al Oscar, su tercera, como mejor actor de reparto. En 2019, protagonizó la serie dramática de suspenso “Departure”. “Sólo tenía esperanzas de que, a mi edad, me funcionara la memoria”, dijo en aquel entonces. “Tuve que aprender mis diálogos muy rápido”.
Hubo periodos inactivos en su carrera, con una cinta de “Pink Panther” (“La Pantera Rosa”) por aquí, “Dracula 2000″ por allá, e incluso una de “Star Trek”, como Klingon, ni más ni menos. Pero Plummer tenía en mente más razones que los guiones.
“Durante mucho tiempo, acepté papeles que me llevaron a lugares atractivos en el mundo. En vez de filmar en el Bronx, prefería ir al sur de Francia, como la criatura loca que soy”, dijo a AP en 2007. “Así que sacrifiqué mucho de mi carrera por hoteles más bonitos y playas más atractivas”.
El actor nacido en Canadá interpretó la mayoría de los grandes papeles de Shakespeare, incluyendo Hamlet, Iago, Otelo, Próspero, Enrique V y un impactante Rey Lear en el Lincoln Center en 2004. Era un astro frecuente en el Festival de Stratford de Shakespeare en Canadá.
“Me he vuelto más y más simple interpretando Shakespeare”, dijo en 2007. “No soy tan extravagante como solía ser. Ya no escucho tanto mi voz. Todas las dificultades de interpretar los clásicos — te puedes enamorar de ti mismo”.
Ganó dos premios Tony. El primero en 1974 como mejor actor en un musical por el papel protagónico de “Cyrano”, y el segundo en 1997 por su representación de John Barrymore en “Barrymore”. También recibió dos premios Emmy.
Plummer, cuyo nombre completo era Arthur Christopher Orme Plummer, nació en Toronto. Su bisabuelo materno fue el primer ministro canadiense Sir John Abbott. Sus padres se divorciaron cuando era apenas un bebé; lo criaron su madre y sus tías.
Plummer comenzó su carrera en el teatro y la radio en Canadá en la década de 1940 y debutó en Broadway en 1954 en “The Starcross Story”. Siendo aún relativamente desconocido, le dieron el papel de Hamlet en una puesta de 1963 coestelarizada por Robert Shaw y Michael Caine. La pieza fue grabada por la BBC en el Castillo de Elsinore en Dinamarca, donde la obra transcurre, y transmitida en 1964. Ganó un Emmy.
Plummer se casó en 1956 con la actriz ganadora del Tony Tammy Grimes, con quien tuvo una hija, la actriz Amanda Plummer, al año siguiente. La pareja se divorció en 1960. Un subsiguiente matrimonio de cinco años con Patricia Lewis terminó en 1967. Plummer se casó en 1970 por tercera y última vez con Taylor, una bailarina a la que acreditó el haberlo ayudado a superar un problema de alcohol.
Plummer recibió el máximo honor que otorga su país natal a un civil al ser nombrado Compañero de la Orden de Canadá por la reina Isabel II en 1968. En 1986 fue incorporado al Salón de la Fama del Teatro Estadounidense.
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Los periodistas de AP Lindsey Bahr y Jake Coyle contribuyeron a este despacho.