Fernández: acuerdo con FMI no empeoraría pobreza argentina
BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Alberto Fernández dijo el jueves que en la negociación entablada con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda contraída por su país no hay cabida para la aplicación de ajustes económicos.
En su intervención virtual ante el Foro Económico Mundial de Davos por la pandemia del nuevo coronavirus, Fernández dijo que el diálogo con FMI que está en marcha ha sido por ahora “muy constructivo” y Argentina ha recibido “innumerables apoyos” de la comunidad internacional.
No obstante, el mandatario apuntó que “la renegociación de las condiciones del acuerdo con el FMI incorporarán nuevas perspectivas macroeconómicas y un entendimiento común de las necesidades específicas de la economía local”.
Fernández subrayó que “no hay más lugar para ajustes irresponsables, imposibles de cumplir, que perjudiquen la credibilidad tanto de nosotros, dirigentes, como de quienes otorgan asistencias irreales”.
Fernández también señaló que el nuevo programa que se acuerde con el Fondo será enviado al Congreso para involucrar a toda la dirigencia política argentina “en un camino de desarrollo que tenga la sustentabilidad, la inclusión social y la transparencia como políticas de Estado”.
El mandatario, quien llegó al poder hace poco más de un año, se ha propuesto renegociar el pago de 44.000 millones de dólares adeudados al Fondo en el marco de un crédito por más de 56.000 millones otorgado al país en 2018, lo que contribuiría a la estabilización económica del país, que arrastra una crisis desde hace más de dos años agravada por la pandemia.
Un equipo del FMI visitó Buenos Aires en dos ocasiones en el último trimestre del año pasado para alcanzar un nuevo programa de financiamiento que reemplace al acuerdo “Stand-By” que el organismo suscribió en 2018 con el anterior gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) en medio de una fuerte devaluación.
El gobierno espera que el nuevo acuerdo, que sería un programa de Facilidades Extendidas, no suponga un ajuste que pueda agravar aún más la pobreza en el país, que afecta a más del 40% de la población.
Fernandez dijo que en plena pandemia del nuevo coronavirus, que impactó en Argentina en marzo de 2020, su gobierno tuvo que lidiar con un “endeudamiento tóxico”.
El año pasado, el país sudamericano logró la reestructuración de su deuda con acreedores privados por unos 65.000 millones de dólares.
El FMI, que no goza de buena imagen entre los argentinos porque lo asocian con los planes de ajuste que detonaron la profunda crisis de 2001, afirmó con ocasión de sus últimas visitas a Buenos Aires que comparte el compromiso de las autoridades con políticas que aseguren “una consolidación fiscal favorable al crecimiento y al mismo tiempo protejan a los más vulnerables".