Ausencia pública de López Obrador genera dudas, críticas
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente Andrés Manuel López Obrador ha compartido solo una foto de sí mismo bastante rígido desde que dio positivo al coronavirus, y sus colaboradores solo dicen que el líder de México está de buen humor, con síntomas leves por la enfermedad y que sigue trabajando.
Pero el país está acostumbrado a despertar con López Obrador mientras realiza maratónicas conferencias de prensa todas las mañanas, y su ausencia pública está generando llamados para que el presidente, que promociona la transparencia de su administración, comparta más sobre su propia salud.
El domingo, el mandatario anunció por Twitter que había dado positivo a COVID-19, que tenía síntomas leves y estaba en tratamiento. Desde entonces ha estado fuera de la vista pública, con la excepción de una foto que circuló en su cuenta de Twitter el lunes que lo muestra sentado rígidamente detrás de un escritorio con saco y corbata.
Y nada mejoró cuando el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo más tarde el lunes que “no sólo ahorita, sino a lo largo de todo el periodo de recuperación del presidente, no vamos a revelar ningún dato clínico porque esto es materia de su privacidad”. Las reacciones variaron desde críticos de López Obrador que cuestionaron si estaba realmente enfermo hasta simpatizantes que expresaron preocupación genuina.
López Gatell ha dicho desde entonces que López Obrador tenía poca fiebre y dolor de cabeza. El jueves, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo que el presidente estaba bien y en “plena recuperación”.
“El presidente López Obrador es un presidente que desde el primer minuto de su gobierno ha estado frente a las cámaras”, dijo el consultor político Jesús Silva Herzog Márquez, diciendo que López Obrador es uno de los presidentes con mayor exposición en el mundo. “El hecho, por lo tanto, que llevemos, más de dos días sin tener una imagen fresca del presidente López Obrador parece inquietante”.
Silva-Herzog dijo que la salud del presidente es de interés público y que se debe compartir más información. Señaló que López Obrador dijo una vez que ya no se pertenecía a sí mismo, que pertenecía al pueblo.
En todo el mundo, los gobiernos han manejado las enfermedades de COVID-19 de sus líderes de diversas formas.
El expresidente estadounidense Donald Trump, al igual que López Obrador, anunció su enfermedad por Twitter con pocos detalles y luego fue hospitalizado un día después. El mandatario francés, Emmanuel Macron, compartió un video desde el aislamiento donde describió sus síntomas e instó a sus compatriotas a no bajar la guardia. El brasileño Jair Bolsonaro lo anunció personalmente en conferencia de prensa mientras llevaba un cubrebocas, que rara vez se había puesto antes.
La oficina del primer ministro británico Boris Johnson inicialmente minimizó la gravedad de su condición cuando contrajo COVID-19. Pero una vez que fue hospitalizado en abril, las autoridades informaron periódicamente sobre su evolución.
Adriana Báez Carlos, profesora de ciencias políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que México no ha visto una situación comparable desde al menos la revolución de 1910.
“Por supuesto que la salud del presidente es un asunto de Estado, por lo que si agravara debemos estar informados”, dijo la académica.
Algunos opinan que el punto más importante es que López Obrador vuelve a dejar pasar una oportunidad para reforzar la gravedad de la pandemia. AMLO minimizó la amenaza desde el principio, rara vez se le ha visto con barbijo en público y en ocasiones contradecía las recomendaciones de sus propios funcionarios de salud.
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El videoperiodista de The Associated Press Alexis Triboulard en Ciudad de México y los periodistas Jill Lawless en Londres, Angela Charlton en París y Darlene Superville en Washington contribuyeron a este despacho.