España investiga si militares se vacunaron antes de turno
MADRID (AP) — El Ministerio de Defensa de España lanzó una investigación interna para determinar si altos oficiales de las fuerzas armadas violaron protocolos del coronavirus para recibir la vacuna antes de su turno.
El portal noticioso El Confidencial Digital reportó que el jefe del Estado Mayor, general Miguel Ángel Villarroya, y otros altos oficiales en las fuerzas armadas habían recibido recientemente la primera dosis de la vacuna del COVID-19.
En España, los altos funcionarios del gobierno y otros no han recibido acceso preferencial a la vacuna, a diferencia de otros países europeos en los que estuvieron entre los primeros en vacunarse, para alentar al público a seguir la pauta.
Los residentes y empleados de hogares de ancianos, además de trabajadores de salud y otros en la primera línea de auxilio, están recibiendo inyecciones como grupos prioritarios en la campaña nacional de vacunación. La campaña está sufriendo demoras debido a la escasez de entregas por parte de Pfizer-BioNTech, actualmente el principal abastecedor de vacunas al país.
Esta semana el Ministerio de Salud anunció que el próximo grupo serán las personas de 80 años o mayores.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo el viernes que las fuerzas armadas tenían su propio plan de vacunación, pero que ella, no obstante, había solicitado un reporte del general Villaroya, de 63 años, para aclarar el asunto.
Eso sigue a varios casos de políticos o personas con conexiones que se han saltado turnos en la cola de las vacunas y que han salido a la luz recientemente, causando amplias críticas y varios despidos.
En uno de esos casos, el jefe regional de salud de la región suroriental de Murcia perdió el puesto esta semana luego de que él y otros miembros de su departamento recibieron las primeras inyecciones.
En tanto, el jefe de salud de Ceuta, un enclave español en el norte de África, se negó a renunciar, diciendo que su trabajo lo exponía a menudo a contagio. Javier Guerrero, que es médico y tiene diabetes, dijo en una conferencia de prensa el jueves que aceptó recibir la inyección porque su personal se lo pidió, aunque a él no les gustan las vacunas.
Presiones del público han llevado hasta ahora a renuncias y despidos de varios alcaldes y concejales, además de algunos directores de hospitales.
En el Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, trabajadores de salud retirados y familiares recibieron instrucciones de acudir a vacunarse para que no expiraran las dosis.