China endurece restricciones de viaje por rebrotes y feriado
BEIJING (AP) — China impuso algunas de sus restricciones de viaje más estrictas hasta la fecha ante el repunte de los contagios de coronavirus en algunas provincias del norte antes de las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
La festividad de febrero es la época del año donde se celebran más reuniones familiares, y suele ser la única vez en la que muchos migrantes regresan a sus lugares de origen. Sin embrago, cualquiera que tenga intención de hacerlo este año necesitará una prueba de COVID-19 negativa realizada la semana previa y podría tener que cumplir restricciones en ocasiones pesadas, como cuarentenas, en algunas comunidades.
La Comisión Nacional de Salud reportó el jueves 126 nuevos casos de transmisión local en las últimas 24 horas. La mayoría, 68, se registraron en la región norteña de Heilongjiang, parte de una vasta región antes conocida como Manchuria.
Según Mi Feng, vocero de la comisión, los expertos internacionales que visitan Wuhan para investigar el origen de la pandemia realizaron videoconferencias con expertos chinos como parte de su pesquisa.
Por otra parte, Sri Lanka comenzó a recibir turistas el jueves tras casi 10 meses de cierre por la pandemia, una medida que afectó gravemente a la lucrativa industria turística de la isla del Océano Índico.
Según los nuevos protocolos para impedir la propagación del COVID-19, los viajeros deben dar negativo al virus en sus países de origen en las 72 horas previas al vuelo, cuando lleguen a su hotel en Sri Lanka, y de nuevo siete días más tarde. Deben permanecen en la “burbuja de viajes” designada en 14 zonas turísticas sin mezclarse con la población local. Unos 180 hoteles fueron designados como alojamiento turístico.
El turismo es un sector económico vital para Sri Lanka: representa alrededor del 5% de Producto Interno Bruto y emplea a 250.000 personas de forma directa y a más de 3 millones de forma indirecta. Hoteles y otros negocios, así como sus empleados, sufren paralizantes pérdidas de ingresos.
Sri Lanka tenía menos de 4.000 casos de coronavirus hasta octubre, cuando focos localizados en una fábrica de ropa y en un mercado de pescado propagaron la enfermedad por la capital, Colombo,y sus suburbios. Hasta el jueves, el país tenía más de 55.000 positivos confirmados, con 274 fallecidos.