Arranca proceso electoral para nueva constitución en Chile
SANTIAGO DE CHILE (AP) — Una dispersa oposición de centroizquierda competirá frente a una lista única del oficialismo derechista por los 155 cupos de la convención que redactará la constitución de Chile que reemplazará a la vigente, impuesta hace 40 años por la dictadura militar.
Más de 20.000 candidatos se inscribieron hasta la medianoche del lunes para competir por los 2.769 cargos que se disputarán el 11 de abril en las elecciones simultáneas de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y constituyentes.
“La dispersión le garantiza sobrerrepresentación a la derecha”, señaló el sociólogo y experto electoral Axel Callis.
El protocolo de la convención constituyente establece que para que se aprueben sus distintos artículos se necesitan los votos de dos tercios de sus miembros.
Fuad Chaín, presidente del opositor Partido Demócrata Cristiano, admitió que “efectivamente se pierde algo de eficacia electoral... pero también esto permite abrir el abanico y que podamos tener mucho pluralismo”.
Por primera vez en Chile la constitución será escrita por constituyentes electos democráticamente, en igual cantidad de mujeres y hombres, y habrá 17 escaños reservados para los pueblos indígenas.
La oposición se dividió en cuatro listas formales, a las que se suman las de independientes cercanos a ese sector político.
“No estoy por buscar culpables, se dio así la situación política”, señaló Guillermo Tellier, en alusión a la división de los partidos opositores.
Teillier y Chaín se culparon mutuamente por la fracasada unidad.
El presidente del centroizquierdista Partido Por la Democracia, Heraldo Muñoz, dijo que “no hemos estado a la altura del mandato del 25 de octubre que pidió una nueva constitución con nuevos contenidos. Vamos a tener una derecha sobrerrepresentada en el proceso constituyente”.
El fracaso opositor de lograr una lista única para la elección de constituyentes se suma a la desunión con la que enfrentó la campaña electoral para el plebiscito del 25 de octubre, cuando el 80% de los chilenos votó por reescribir la ley fundamental, mientras un 20% estuvo a favor de reformar la vigente.
Además, la mayoría de los 7,5 millones de electores que participaron en el plebiscito votaron porque la nueva constitución, cuya redacción empezará en mayo, sea escrita por ciudadanos electos y dejaron de lado la opción de que lo hicieran a medias electos y parlamentarios en ejercicio.
Los chilenos ganaron en la calle el derecho a tener una nueva constitución tras masivas protestas que siguieron a un violento estallido social en octubre de 2019 y que fueron desalentadas por los políticos con la convocatoria al plebiscito.
La carta magna vigente desde 1981 instauró un modelo político, económico y social de libre mercado donde quienes tienen más dinero tienen una mejor salud, educación y pensiones. El modelo llevó a Chile a ser uno de los países con mejor desarrollo en la región, aunque con enormes desigualdades.
Cada uno de los artículos requiere dos tercios de los votos de los constituyentes. La división opositora dificulta que ese sector tenga el respaldo necesario ante un unido oficialismo que sólo admite reformas.
Además de las elecciones de abril, los chilenos escogerán en noviembre un nuevo Parlamento y al sucesor del presidente Sebastián Piñera.