Travesía conmemora 500 años del viaje de Magallanes
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Enfermedades, motines y mares ignotos casi sabotearon la circunnavegación global encabezada por el navegante portugués Fernando de Magallanes. Cinco siglos después, una pandemia azota el planeta mientras un navío español conmemora la hazaña.
El Juan Sebastián de Elcano, que lleva el nombre del capitán vasco que completó el viaje de 1519-1522 con 17 de los 240 tripulantes que la iniciaron, atracó en Latinoamérica tras zarpar de Europa en agosto. Los visitantes no pudieron subir a bordo y la tripulación desembarcó en unos pocos puertos, incluyendo la isla chilena de Dawson, en el Estrecho de Magallanes, y la isla de San Lorenzo, en Perú.
“Esto ha sido posible, tras asegurar que eran ambientes completamente libres de COVID”, dijo el alférez de navío Luis Martínez García, jefe de información pública del barco, en un correo electrónico. “En la isla peruana de San Lorenzo también nos han permitido bajar a tierra”, agregó. El buque zarpará de México para cruzar el Pacífico el viernes.
La expedición de Magallanes por el comercio y el colonialismo españoles abrió una ruta a occidente desde Europa hacia las Islas de las Especias, el archipiélago Maluku, en la Indonesia de hoy. La épica invita apreciación por perspectivas encontradas, superpuestas sobre la historia, además de las recompensas y peligros de un mundo interconectado.
Fue “la primera acción de los humanos a una escala literalmente planetaria”, dijo Joyce Chaplin, profesora de historia americana en la Universidad de Harvard y autora de “Round About the Earth: Circumnavigation from Magellan to Orbit”.
“Apenas en el siglo XIX se volvió una travesía menos peligrosa y es entonces que se volvió un pasatiempo popular, como en ‘La Vuelta al Mundo en Ochenta Días’, de Julio Verne”, dijo Chaplin. “Ahora tememos, como esos expedicionarios iniciales, que quizás acometer el planeta entero es algo letal, dado cómo nuestro impacto colectivo está destruyendo especies y ecosistemas”.
Magallanes cruzó el estrecho entre el Atlántico y el Pacífico que ahora lleva su nombre en Chile, donde recientemente el presidente Sebastián Piñera dijo que el viaje fue para “derrumbar muros y construir puentes por donde hoy día transitan libremente las ideas, las personas, el conocimiento y la cultura”.
Magallanes, un arrojado navegante portugués con experiencia militar en África y Asia, fue despreciado más tarde por Portugal, el rival de España, y perdió la confianza de los marineros españoles de su flotilla. Aunque la expedición de Magallanes explotó a indígenas, Cristóbal Colón es por amplio margen una figura más divisiva en la actualidad por su papel en la violenta colonización de América.
El intérprete de Magallanes, un malayo esclavizado apodado Enrique por los españoles, ha sido homenajeado en partes del sudeste asiático. El escritor malayo Harun Aminurrashid escribió “Panglima Awang”, una novela de 1958 sobre él que contribuyó a la identidad regional cuando Malasia se independizó del control británico.
El intérprete debería “salir de la sombra de Magallanes”, dijo Ahmad Murad Merican, profesor del Instituto Internacional del Pensamiento y la Civilización Islámicos en la Universidad Islámica Internacional de Malasia.
Descrito en la narrativa europea como un subordinado, el intérprete ha sido discutido ahora como un “diplomático y lingüista” que desató interés en “las habilidades malayas de navegación, construcción de barcos y la expansión de los viajes malayos a través de océanos”, dijo Merican.