Crece impunidad de crímenes de ambientalistas en Honduras
TEGUCIGALPA (AP) — El velo de la impunidad sigue cubriendo los crímenes de líderes ambientalistas e indígenas en Honduras, donde sólo en 2020 asesinaron a un total de 12 defensores de los recursos naturales.
Los últimos dos se registraron el fin de semana pasado. El primero ocurrió el sábado en el municipio de Santiago Puringla, en La Paz, donde hombres encapuchados ingresaron a la casa del líder de etnia lenca y precandidato a diputado por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Felix Vásquez, y lo mataron a balazos frente a varios familiares, a quienes los delincuentes también sometieron y golpearon.
El segundo fue el del miembro de la comunidad tolupán Jose Adán Medina, encontrado muerto el domingo por cinco disparos en un paraje solitario de la aldea El Volcán, en el municipio de Morazán, departamento de Yoro.
Sobre ambos asesinatos son pocas las pistas con las que cuenta la Policía Nacional, que trabaja con el Ministerio Público para esclarecer los hechos.
“Estamos investigando, pero hasta el momento no podemos revelar detalles porque estaríamos entorpeciendo las pesquisas de este caso”, expresó a medios locales una de las voceras de la Policía Nacional, Dania Cruz.
Por su parte, el jefe de información del Ministerio Público, Yuri Mora, dijo a The Associated Press que la Fiscalía de Etnias y Patrimonio Cultural y Dirección Policial de Investigaciones (DPI) están realizando pesquisas en el caso de Félix Vásquez, pero a la fecha no hay detenidos.
“Si se está investigando por parte de la fiscalía y de la DPI. Ya se hicieron algunos allanamientos y se comenzará a citar a algunas personas para tomar su declaración”, expresó Mora.
Comentó que Vásquez había hecho denuncias en el pasado ante la Fiscalía de las Etnias en contra de varios proyectos hidroeléctricos y manejo de tierras en La Paz.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) también confirmó a la AP que Vásquez interpuso denuncias por amenazas y persecuciones en su contra y que mediante oficio se le solicitaron desde el 20 de enero de 2020 medidas cautelares ante el Mecanismo de Protección para las y los Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales, y Operadores de Justicia, las cuales nunca se aplicaron.
El coordinador de la ONG Vía Campesina en Honduras, Rafael Alegría, dijo a la AP que Félix Vásquez, desde el 2017, interpuso quejas y denuncias de persecución y amenazas “y nunca le pusieron atención el gobierno y el Estado”.
Vía Campesina es un movimiento internacional que aglutina a millones de campesinos, agricultores pequeños y medianos, sin tierra, jóvenes y mujeres rurales, indígenas, migrantes y trabajadores agrícolas del mundo.
El también exdiputado y militante de Libre, comentó que desde hace varios años vienen denunciando que el departamento de La Paz está sometido a una persecución de gente de empresas mineras, hidroeléctricas, madereros y terratenientes que se constituyeron en esa zona.
“Ahí hay una conjunción de intereses terribles en el occidente de Honduras. Hay persecución contra los campesinos y pueblos indígenas de forma permanente. Mataron a Bertha Cáceres en Intibucá y ahora a Félix Vásquez, además hay varios compañeros amenazados”, sostuvo el excongresista.
Honduras es considerado uno de los países más peligrosos para el activismo ambientalista. Según una investigación de Global Witness publicada en 2017, desde 2010 han muerto en más de 120 personas, pero la cifra en 2020 incrementó.
El crimen más sonado a la fecha es el de la ambientalista Berta Cáceres, asesinada a balazos el 3 de marzo de 2016 por desconocidos que entraron a su casa en el municipio de La Esperanza, departamento de Intibucá y le dispararon en repetidas ocasiones.
De acuerdo con datos publicados por Global Witness, el 2 de marzo de 2020, al menos 27 personas defensoras de la tierra y el territorio habían sido asesinadas desde el fatal ataque a Berta y, según las estadísticas de Vía Campesina, a esas muertes se suman 12 más ocurridas este año.