Nueva protesta en Israel para exigir renuncia de Netanyahu
JERUSALÉN (AP) — Cientos de israelíes protestaron el sábado contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, exigiendo la renuncia del veterano gobernante días después que el país se vio lanzado a una nueva elección nacional.
Los manifestantes han estado congregándose en las afueras de la casa de Netanyahu en Jerusalén durante meses, criticándole por su manejo de la pandemia de coronavirus y señalando que no puede gobernar el país mientras enfrenta juicio por fraude, violación de la confianza y aceptación de sobornos, en tres causas separadas de corrupción. Netanyahu ha negado los cargos.
El sábado, los manifestantes llevaban carteles que demandaban la renuncia de Netanyahu y decían: “No dejaremos de protestar hasta que salgas de nuestras vidas”.
Aunque la participación fue menor que en otras reuniones, en medio de bajas temperaturas, las protestas han cobrado nuevo ímpetu porque Israel parece encaminarse a su cuarta elección nacional en dos años en marzo, en la que Netanyahu enfrenta nuevos retos de desertores de su conservador partido Likud.
La elección será casi seguramente otro referéndum sobre Netanyahu, el primer ministro de más tiempo en el poder en Israel y uno de sus líderes más polarizadores. Se producirá en momentos en que el juicio entre en una nueva fase de evidencias, lo que plantará los cargos de corrupción en su contra en el discurso público en que se espera sea una campaña amarga y divisiva.
La protesta del sábado se produjo un día antes que Israel entre en su tercer confinamiento a nivel nacional por el coronavirus. con gran parte de la economía paralizada de nuevo en medio de un resurgimiento de contagios. Los detractores afirman que Netanyahu y su llamado gobierno de “emergencia” —establecido en la primavera precisamente para lidiar con el virus— fallaron en su respuesta, llevando al país a otro confinamiento costoso.
Netanyahu apunta a la actual campaña de vacunación en el país, que tiene unos de los números más elevados de inoculaciones per cápita en el mundo, como la forma de salir de la crisis mundial de salud.