Camioneros varados en Gran Bretaña se quedan sin Nochebuena
CALAIS, Francia (AP) — Los camiones avanzaban despacio el jueves, pasando los controles en el puerto inglés de Dover para cruzar el Canal de la Mancha hasta el puerto francés de Calais, después de que Francia reabriera parcialmente sus fronteras con Gran Bretaña tras un momento de alarma por una variante de coronavirus que se extiende con rapidez.
Aun así, miles de camioneros y viajeros seguían atrapados en los atascos masivos del puerto de Dover el día de Nochebuena, retenidos por la lenta entrega de resultados en las pruebas de coronavirus que exige ahora Francia. Uno a uno, los camiones pasaban hacia los transbordadores y trenes que conectan ambos países, mientras las autoridades comprobaban que los conductores hubieran dado negativo en el virus.
En el lado francés, un vendaval azotaba la costa antes del amanecer, y el gran puerto de Calai, que suele recibir hasta 4.000 camiones diarios, seguía estando más tranquilo de lo normal.
Las autoridades advirtieron que despejar los atascos podría tomar días. Un experto británico en transportes por carretera estimó que podría haber entre 8.000 y 10.000 camiones afectados en el caos cerca de Dover.
Docenas de países en todo el mundo empezaron a prohibir las llegadas desde Gran Bretaña el fin de semana pasado, después de que el primer ministro británico, Boris Johnson, dijera que debía poner gran parte del sur de Inglaterra bajo estrictas restricciones para frenar una versión nueva y más contagiosa del virus que castigaba a Londres y el sureste de Inglaterra.
Gran Bretaña ha registrado altas tasas de contagios en las últimas semanas, con muchos hospitales al borde de su capacidad. El miércoles reportó otras 744 muertes y un récord de 39.237 casos confirmados. Millones de personas vieron canceladas sus compras y reuniones navideñas en el último momento, en un intento de controlar los contagios.
El anuncio sobre la variante del virus agravó la ansiedad en un momento en el que Europa está sumida en un gran aumento de los contagios y muertes. En total, Europa ha registrado más de 500.000 muertes relacionadas con el virus, según una estimación de la Universidad Johns Hopkins que según los expertos está probablemente por debajo de la realidad debido a casos que no llegan a contabilizarse y otros factores.
Pero el bloqueo de Francia ha provocado una gran preocupación porque es un punto de paso crucial para viajeros y mercancías entre Gran Bretaña y el continente. Gran Bretaña depende mucho de sus lazos comerciales con Europa para conseguir en esta época del año, especialmente verduras y frutas frescas.
La embajadora francesa, Catherine Colonna, dijo el jueves que se habían enviado dos docenas de bomberos franceses a Dover con 10.000 pruebas de coronavirus para conductores, desesperados por llegar a casa para Navidad.
El secretario británico de Transportes, Gran Shapps, dijo que las autoridades británicas y francesas habían acordado mantener abierta la frontera durante las navidades para ayudar a transportistas y viajeros a llegar a casa.
Francia defendió su gestión de la situación después de una inusual y fuerte crítica pública de la comisaria europea de Transportes.
“Lamento que Francia fuera contra nuestras recomendaciones y nos devolviera a la situación en la que estábamos en marzo, cuando se interrumpieron las cadenas de suministro”, indicó la comisaria Adina Valean, de Rumanía.
El ministro francés para Europa, Clemente Beaune, respondió en otro tuit que Francia había “seguido exactamente la recomendación de la UE” y que ahora está “más abierta que otros países europeos a las llegadas desde Gran Bretaña”.
Algunos países europeos relajaron el miércoles sus restricciones de viajes con Gran Bretaña, aunque muchas seguían en vigor. China se convirtió el jueves en el último país en suspender los vuelos con origen y destino en Gran Bretaña.