Padilla al Senado: algarabía hispana, desazón afroamericana
LOS ÁNGELES (AP) — California tiene por primera vez un senador nacional hispano, producto de una arriesgada apuesta política del gobernador Gavin Newsom.
El gobernador demócrata nombró a Alex Padilla, hijo de inmigrantes mexicanos, para que ocupe la banca dejada vacante por Kamala Harris, la nueva vicepresidenta electa. Padilla será el primer senador hispano que tiene el estado desde su creación hace 170 años.
Al elegir a un amigo personal y correligionario demócrata, Newsom actuó pragmáticamente: Optó por alguien en quien puede confiar en medio de tanta incertidumbre por la pandemia del coronavirus.
Newsom ignoró los llamamientos de prominentes líderes afroamericanos para que reemplazase a Harris, la única afroamericana del Senado, con otra mujer de raza negra, como las representantes Karen Bass o Barbara Lee.
Unas seis horas después del anuncio de Padilla, la oficina de Newsom dijo que nombraría a la asambleísta Shirley Weber, quien es afroamericana, para que tome la plaza de Padilla como secretario de estado. De ser confirmada, sería la primera mujer afroamericana que desempeña ese cargo, dándole al gobernador dos nombramientos históricos en un día.
Dio la impresión de que Newsom trató de compensar y acallar las críticas por su designación de Padilla y no de una afroamericana.
“Muchos creen que esto tendrá un costo político para el gobernador”, expresó Kerman Maddox, consultor demócrata de raza negra, en un email. “Es una decisión muy insensible” en momentos en que el país hace frente a protestas por las injusticias raciales.
“Si el gobernador piensa que nuestro desencanto con el reemplazante de Kamala Harris va a ser atenuado por la designación de una mujer afroamericana como secretaria de estado, obviamente no conoce a su electorado”, sostuvo Maddox.
El alcalde de San Francisco London Breed, quien es de raza negra, dijo que el nombramiento de Padilla era “un duro golpe a la comunidad afroamericana”.
Padilla enfrenta la perspectiva de una dura batalla electoral en el 2022, cuando buscará ser confirmado en el cargo y es posible que enfrente resistencia dentro de su propio partido. Su padrino Newsom, por su lado, enfrenta la posibilidad de un referendo revocatorio, que promueven opositores a su gestión. También buscará la reelección en el 2022.
Apenas conocido su nombramiento, Padilla difundió una publicidad en la que se presenta como la personificación del sueño americano. Un hijo de inmigrantes —su padre fue cocinero de restaurantes de comidas rápidas y su madre ama de casa— que se graduó de ingeniero en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts. Fue un prodigio político, que a los 28 años presidía el Concejo Municipal de Los Ángeles. Luego sirvió en la legislatura estatal y finalmente como secretario de estado.
Newsom lo describió como un “querido amigo” y un “luchador curtido” que defenderá a pie firme los intereses del estado en Washington.
Padilla dirigió la fallida campaña de Newsom para la gobernación en el 2009 y fue uno de los primeros que le dio su apoyo cuando volvió a postularse en el 2018.
Un video del momento en que Newsom le ofreció a Padilla la banca en el Senado revela la estrecha relación que los une: Se escucha a Newsom diciéndole “hermano” a Padilla.
Padilla admitió en una entrevista que su relación personal con el gobernador “sin duda” incidió en su selección. Dijo que ambos eran “buenos socios”.
Contó que se conocen desde sus días en el Concejo Municipal de Los Ángeles. Por entonces Newsom era alcalde de San Francisco. Colaboraron cuando Padilla estaba en la Legislatura y Newsom era vicegobernador, un nuevamente desde sus cargos actuales.
Padilla es parte de una nueva camada de dirigentes hispanos que llegan a Washington de la mano del gobierno del presidente electo Joe Biden y que incluye al procurador general de California Xavier Becerra, designado secretario de salud.
El nombramiento de Padilla no cayó bien entre los afroamericanos pero fue muy elogiado por los hispanos, el grupo demográfico más grande del estado, que representa el 40% de la población de 40 millones de California.
“Creo que para la comunidad hispana este es un momento histórico”, dijo Padilla.
Padilla llegará a Washington con antecedentes políticos similares a los de Harris.
Como la principal autoridad electoral, Padilla ganó renombre nacional por una reforma al sistema electoral californiano, que dio lugar al mayor empadronamiento y la mayor participación en la historia del estado. Durante su gestión, hubo 22 millones de votantes registrados.
En el Senado estatal promovió la defensa del medio ambiente, la salud y la seguridad, impulsando la eliminación en forma escalonada de las bolsas de plástico de un solo uso y exigiendo a los restaurantes que revelen la información nutritiva en sus menús.
Padilla tiene 47 años y vive en Los Ángeles con su esposa y sus tres hijos, de cinco, siete y 13 años.
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Los reporteros de la Associated Press Kathleen Ronayne (Sacramento) y Janie Harr (San Francisco) colaboraron en este despacho.