Argentina aprueba vacunas Pfizer y Sputnik V
BUENOS AIRES (AP) — El organismo sanitario argentino aprobó el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 en medio de los intentos del gobierno para destrabar su adquisición a la farmacéutica norteamericana, mientras el Ministerio de Salud hizo lo propio con la rusa Sputnik V, de la que el jueves llegarán al país 300.000 dosis.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó la inscripción de la vacuna desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer junto a la alemana BioNTech al considerar que “presenta un aceptable balance beneficio-riesgo permitiendo sustentar el otorgamiento de la inscripción y autorización condicional del producto para la indicación solicitada".
En tanto, el Ministerio de Salud publicó una resolución en la que también autorizó a la Sputnik V desarrollada por el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología de Rusia.
La de Pfizer fue la primera vacuna contra el COVID-19 autorizada en Argentina, que supera los 42.000 fallecidos y más de un 1,5 millón de infectados y donde los contagios se han incrementado en los últimos días, en lo que las autoridades temen que se convierta en una segunda ola del virus.
Su aprobación se produjo cuando aún falta un acuerdo para su comercialización y en medio de las tratativas gubernamentales.
Horas después de la dar luz verde a la vacuna de Pfizer, el Ministerio de Salud señaló que teniendo en cuenta “el contexto internacional, que limita el acceso a otras alternativas por la disputa global que se presenta y en la medida en que los beneficios conocidos y potenciales son superiores a los riesgos conocidos y potenciales” había resuelto autorizar de emergencia la vacuna Sputnik V "teniendo en cuenta que la vacuna... actualmente se presenta como una herramienta terapéutica segura y eficaz”.
Un avión de Aerolíneas Argentinas partió la víspera a Moscú para traer el jueves las primeras 300.000 dosis de la vacuna rusa.
Funcionarios del Ministerio de Salud y de la ANMAT visitaron en los últimos días las instalaciones del Centro Nacional Gamaleya para informarse sobre la calidad y seguridad del producto.
El presidente Alberto Fernández salió al cruce recientemente de las críticas sobre la confiabilidad de la Sputnik V y las gestiones desarrolladas para proveer al país de vacunas al señalar que negoció con distintas farmacéuticas para asegurar su obtención.
Declaraciones recientes del presidente de Rusia, Vladimir Putin, acerca de que no se inyectó la vacuna Sputnik V al no ser apta todavía para los mayores de 60 años desconcertaron al país sudamericano en momentos en que el gobierno realizaba gestiones contrarreloj para que decenas de miles de dosis llegaran a Buenos Aires.
Fernández también negó que un supuesto pedido de sobornos haya boicoteado un acuerdo con Pfizer, tal como apuntaron miembros de la oposición. El gobernante aseguró que "vamos a vacunar a todos y todas, estamos trabajando para lograr eso”.
El ministro de Salud, Ginés González García, afirmó días atrás que Argentina no había llegado a un acuerdo con Pfizer porque exigió “condiciones un poco inaceptables”.
La referencia apuntó a que Pfizer reclamó la sanción de una ley en el Congreso que le garantizara inmunidad ante la justicia local, una cláusula común impuesta por los laboratorios ante posibles litigios. Pero la norma aprobada a fines de octubre sólo permite un cambio de jurisdicción fijada de antemano en el contrato, lo cual no habría conformado a Pfizer.
El presidente de la opositora Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, dijo que “hay muchas sospechas acerca de si se le ha pedido coimas (sobornos) y cosas de ese tipo” a Pfizer, mientras otros líderes de la oposición reclamaron al ministro de Salud que dé explicaciones en el Congreso.
La filial local de Pfizer no se pronunció sobre la controversia.