Biden elige a Miguel Cardona como secretario de Educación
El presidente electo Joe Biden eligió al comisionado de educación de Connecticut y defensor de las escuelas públicas, Miguel Cardona, como su secretario de Educación.
La elección cumple con la promesa de Biden de nominar a alguien con experiencia en educación pública y con su objetivo de designar a un titular de educación cuya postura contraste con la de la secretaria Betsy DeVos.
A diferencia de DeVos, quien Biden afirma que se opone a las escuelas públicas, Cardona es un producto de ellas desde que entró al jardín de niños sin hablar inglés.
En el anuncio de su nominación, compartido primero con The Associated Press, Biden dijo que Cardona le ofrecería a Estados Unidos “un dedicado y experimentado maestro de educación pública al frente del Departamento de Educación”.
“Nos ayudará a atender las desigualdades sistemáticas, a combatir la crisis de educación mental en nuestro sistema educativo, a dar a los educadores un merecido aumento, a atenuar la deuda de educación y garantizar una educación universal y de alta calidad a los preescolares de tres y cuatro años en todo el país”, dijo Biden en un comunicado".
“Como promotor de la educación pública durante toda su vida, entiende que nuestros hijos son los hilos de la cometa que mantienen a flote nuestras ambiciones nacionales — y que todo será posible para nuestro país el día de mañana gracias a las inversiones que hacemos y la atención que hoy brindan nuestros educadores y escuelas”.
Según una fuente al tanto de la decisión de Biden, la selección de Cardona se debe en parte a su experiencia como exmaestro, administrador de escuelas públicas y alguien que cuenta con la experiencia en el cargo desde el primer día.
Cardona fue nombrado para el máximo cargo de educación del estado de Connecticut apenas unos meses antes de que estallara la pandemia de COVID-19 en marzo. Cuando las escuelas pasaron a la enseñanza remota, Cardona hizo posible que se entregaran rápidamente más de 100.000 computadoras portátiles a estudiantes de todo el estado. Desde entonces, sin embargo, ha presionado a las escuelas para que vuelvan a dar clases presenciales, alegando que no es bueno mantener a los estudiantes en casa.
De ser confirmado en el cargo, su primera tarea será expandir ese esfuerzo a todo el país. Biden se ha comprometido en reabrir la mayoría de las escuelas estadounidenses hacia el final de sus primeros 100 días de mandato. Biden ha prometido nuevos lineamientos federales para la reapertura de las escuelas y una campaña a “gran escala” de la secretaría de Educación para identificar y compartir las mejores formas de enseñanza durante una pandemia.
Los defensores de la educación pública y los principales sindicatos de maestros del país elogiaron la elección de Cardona. Randi Weingarten, presidente de la Federación Estadounidense de Maestros, dijo que Cardona era un “socio de confianza” que dará marcha atrás a cuatro años de “desastre” bajo DeVos.
“Su profundo respeto por los educadores y sus sindicatos lo acompañarán hasta Washington; y ese compromiso de colaboración es crucial para proveer los recursos y el apoyo social y emocional para reabrir las escuelas con seguridad”, dijo Weingarten.
Los defensores de la libre elección escolar expresaron alivio de que Biden no eligiera a contendientes con vínculos más estrechos con los sindicatos de maestros y algunos tienen esperanza de que Cardona apoye a las públicas de gestión privada, y otras opciones que van más allá de las escuelas públicas tradicionales.
Cardona, de 45 años, creció en un complejo habitacional en Meriden, Connecticut, y asistió a varias escuelas públicas de la ciudad antes de regresar a trabajar como maestro de cuarto grado de primaria en el distrito en 1998. A los 28 años se había convertido en el director más joven del estado, antes de ascender hasta el cargo de asistente del superintendente del distrito. Como educador, ha dedicado su trabajo a mejorar la educación de los estudiantes de inglés y a cerrar las brechas de rendimiento entre los estudiantes de razas no blancas y sus compañeros blancos. Ambos problemas han sido una eterna lucha en Connecticut, que durante décadas ha tenido una de las brechas de rendimiento más amplias de la nación.