Gran Bretaña y UE en los últimos días para acuerdo comercial
LONDRES (AP) — Gran Bretaña y la Unión Europea tienen apenas una semana para llegar a un acuerdo comercial posterior al Brexit, siendo los derechos de pesca el principal obstáculo para concretar un trato, aseguró el domingo el secretario británico de Exteriores.
“Creo que estamos en la última semana de negociaciones importantes”, dijo el secretario de Exteriores, Dominic Raab, mientras las dos partes prosiguen las negociaciones en Londres.
Gran Bretaña abandonó la Unión Europea a principios del año, pero siguió siendo parte de la rama económica del bloque de 27 naciones durante una transición de 11 meses mientras ambas partes trataban de negociar un nuevo acuerdo de libre comercio para que entre en vigor el 1 de enero próximo. Las negociaciones ya se han extendido más allá del plazo fijado a mediados de noviembre para concretar un acuerdo si se quiere que sea aprobado por los legisladores de Gran Bretaña y la UE antes de fin de año.
Pese al estancamiento, Raab comentó a Sky News que “hay que lograr un acuerdo”.
Dijo que las dos partes habían conseguido progresar en cuestiones de “igualdad de condiciones”, que son los estándares que Gran Bretaña debe cumplir para exportar productos a la UE.
El problema más grande parece ser en el sector pesquero, una pequeña parte de la economía, pero que tiene una importancia simbólica desmesurada para las naciones marítimas de Europa. Los países miembros del bloque quieren que sus barcos puedan seguir pescando en las aguas británicas, mientras que Reino Unido insiste en que deben controlar el acceso y las cuotas.
“En la pesca hay una cuestión de principio: Al salir de la transición, somos un estado costero independiente y tenemos que poder controlar nuestras aguas”, dijo Raab.
Michel Barnier, principal negociador de la UE y quien se reunió durante el fin de semana con su colega británico, David Frost, ha dicho que aún hay “diferencias importantes”.
Si no se concreta un acuerdo para Año Nuevo, se creará un lío enorme: se impondrán aranceles y otros gravámenes sobre el comercio entre Gran Bretaña y la UE. Eso afectará a ambas partes, pero la mayor parte del peso será para Reino Unido, pues casi la mitad de su comercio es con el bloque europeo.