Creadores cubanos piden dialogo con manifestantes opositores
LA HABANA (AP) — Cientos de intelectuales cubanos firmaron cartas e hicieron pedidos esta semana para que el gobierno dialogue con un grupo de jóvenes artistas atrincherados en una casa y que exigen la libertad de uno de ellos sancionado por un tribunal.
La protesta de una docena de miembros del Movimiento San Isidro sacudió las redes sociales. Las autoridades y organizaciones de creadores afines invalidaron el reclamo y aseguraron que objetivo del grupo era desacreditar a la revolución.
“Hemos estado observando con creciente alarma la situación crítica que se ha creado”, se lee en una carta firmada por casi 300 creadores.
“Pedimos al Ministerio de Cultura que dialogue con los huelguistas... con el fin de encontrar una solución favorable y positiva que resuelva esta encrucijada”, agregó la misiva. “Resulta terrible que los artistas cubanos se malogren en estos forcejeos con las fuerzas del orden, cuando lo que el país necesita es que las instituciones se abran a la diversidad de nuestra sociedad civil, y que se respete y apoye toda iniciativa artística”.
Entre los firmantes hay artistas plásticos como Cirenaica Moreira, Coco Fucso, Reynier Leyva Novo, Sandra Ramos o Tania Brugera; el cineasta Carlos Lechuga, el músico Ernán López-Nussa o la comunicadora Marta María Ramírez.
La mitad de los manifestantes instalados en la sede del grupo hace una semana dijeron que habían comenzado huelgas de hambre. The Associated Press no pudo comprobar de manera independiente esta medida.
La protesta comenzó luego del enjuiciamiento al rapero Dennis Solís, quien fue sancionado a 8 meses de cárcel bajo el cargo de desacato por insultar a un policía.
Miembros del Movimiento San Isidro --al que pertenece Solís y uno de cuyos líderes es el artista Luis Manuel Otero Alcántara-- terminaron por atrincherarse en la sede de la agrupación. La AP constató que las inmediaciones del lugar se encuentran bajo control policial.
Alcántara siempre expresó su desacuerdo con el gobierno. Previamente realizó performances --que terminaron en un encarcelamiento-- con la bandera cubana, que las autoridades la consideraron irrespetuosos. Salvo entre grupos de jóvenes, el movimiento es poco conocido.
Esta vez, las consignas de los manifestantes, dadas a conocer mediante videos, sumaron aspectos netamente políticos como la “eliminación de las tiendas” en dólares, pero uno de los fundadores, Michel Matos fuera de la sede explicó que la liberación de Solís seguía siendo lo primordial.
Otros como la cantante Haydée Milanés difundieron mensajes en internet expresando su preocupación.
El artista Julio Llópiz-Casal dijo que la acusación contra Solís “es oscura”. “Por eso mi firma está ahí: Quiero vivir en un país en el que sea respetado el criterio de todos”, señaló a la AP.
Para la comunicadora y activista feminista Marta María Ramírez las instituciones deberían responder. “Que haya una actitud cívica, que pueda haber dialogo”, manifestó.
Mientras, la artista plástica Tania Brugera indicó que había firmado porque "la vida de esos muchachos está en manos del gobierno”.
Las autoridades y las organizaciones de artistas ligadas al gobernante Partido Comunista desestimaron la protesta.
“La manipulación, la violencia, el chantaje y la imposición de agendas contrarias a la voluntad soberana de existir como Nación, no son ni serán los caminos que conduzcan al diálogo”, dijo en un comunicado la Asociación Hermanos Saíz.
Por su parte, la Agencia Cubana del Rap, dependiente del Ministerio de Cultura, dijo en un comunicado que “Denis Solís no es representativo del rap cubano” y el periódico oficial Granma publicó este miércoles un artículo que califica la protesta como “un nuevo ‘show’ contrarrevolucionario, auspiciado y apoyado por el gobierno estadounidense”.
La embajada de Estados Unidos en la isla y varios funcionarios hicieron declaraciones defendiendo la protesta, mientras los huelguistas convocaron a una manifestación en los parques el domingo que fue abortada por organizaciones sociales afines al gobierno. Miembros de los pequeños grupos disidentes dijeron que no les habían permitido llegar o fueron detenidos.
Integrantes del Movimiento San Isidro han sido criticados por expresiones políticas contrarias a la revolución, explicó a la AP el politólogo cubano residente en Estados Unidos, Harold Cárdenas “pero la diversidad del grupo no permite generalizaciones y muchos menos el despojo de su derecho a expresarse libremente”.
“Sectores de la comunidad artística han manifestado su apoyo y otros su rechazo... motivados más por sus preferencias políticas que por un análisis objetivo de los hechos”, agregó Cárdenas. “Sigue pendiente la construcción de un país a donde la relevancia de los artistas sea por su obra y no por su ideología”.