México, cuarto país en llegar a 100.000 muertos por COVID-19
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Un día después de que México rebasó la marca de los 100.000 fallecimientos por coronavirus, convirtiéndose en apenas el cuarto país del mundo en alcanzar esa cifra, su presidente y la jefa de gobierno de la capital se expresaron en tonos drásticamente distintos.
Con 100.823 muertes confirmadas por COVID-19, México sólo está detrás de Estados Unidos, Brasil e India.
El número de México incluye sólo fallecimientos confirmados por pruebas, así que la cifra verdadera de víctimas es mucho mayor. A fines de octubre, un estudio del gobierno sobre el exceso de mortalidad señaló que unas 140.000 muertes este año probablemente fueron atribuibles al coronavirus, un número que ha crecido desde entonces.
La marca se alcanzó menos de una semana después de que el gobierno mexicano informara que se habían rebasado el millón de infecciones registradas, aunque las autoridades coinciden que la cifra probablemente sea mucho más alta debido al bajo número de pruebas diagnósticas que se realizan.
La forma en que la prensa ha cubierto los hitos consecutivos molestó al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien afirmó el viernes en su conferencia de prensa matutina que las críticas a las políticas del país contra la pandemia son en realidad ataques políticos. Comparó a los críticos con “zopilotes”, un ave carroñera. Su gobierno también ha puesto en duda la utilidad de las mascarillas —el mandatario casi nunca las usa— y ha defendido su baja tasa de pruebas.
”¿Por qué cambiar?”, preguntó sobre las políticas de su gobierno contra la pandemia. ”¿Nada más porque a los que medraban, robaban, no les gusta lo que estamos haciendo? ¿O no quieren vernos en el gobierno?”
El subsecretario de Salud y principal funcionario en el combate a la pandemia, Hugo López-Gatell, se molestó el jueves cuando le preguntaron sobre el hecho de que el país rebasó las 100.000 muertes, criticando a los medios de comunicación de ser alarmistas.
López-Gatell ha rechazado molesto las críticas de que el gobierno no está informando el número real de muertos por COVID-19, o que está proporcionando recomendaciones contradictorias y débiles sobre el uso de mascarillas, y repetidas veces ha minimizado la importancia de hacer pruebas.
“La epidemia es terrible en sí, no hay que agregarle dramatismo”, dijo López-Gatell, insinuando que algunos medios se enfocan en el número de fallecimientos para vender periódicos o desatar una “confrontación política”.
México se ve como un país dividido, en el que algunas personas están tan despreocupadas por la pandemia que no usan mascarillas, mientras que otras se sienten tan asustadas que se encuentran al borde de la paranoia a la menor falta de aliento.
Con un reducido número de análisis de diagnóstico —México sólo le hace pruebas a gente con síntomas agudos y solamente ha aplicado unas 2,5 millones de pruebas en un país de 130 millones de habitantes_, y un temor generalizado a los hospitales, muchos han recurrido a remedios caseros y a ser cuidados por sus familiares.
La Ciudad de México dio un paso en una dirección distinta el viernes, abriendo puestos de salud en algunos de sus vecindarios más afectados para empezar a proporcionar pruebas rápidas incluso a los asintomáticos.
“Estamos ampliando el número de pruebas para ubicar los casos positivos, aislarlos y darles seguimiento medico”, dijo el viernes la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, en un video publicado en Twitter.
“Son 117 centros de salud, 70 kioskos y 11 macro kioskos, estos últimos con pruebas rápidas. El objetivo es identificar los positivos, aislarlos para que no sigan propagando contagios, y también establecimos sistemas QR junto con los empresarios de la ciudad para que te avise a través de tu teléfono celular en caso de haber estado cerca de un positivo”, agregó.
Después de reactivar gran parte de la actividad económica de la ciudad, las autoridades han comenzado a endurecer las restricciones de nuevo conforme aumentan las infecciones. La tasa de ocupación en hospitales de la Ciudad de México había subido a 64% el jueves por la noche. Entre las medidas está una prohibición a las ventas de alcohol durante los próximos dos fines de semana en la mayor parte de la urbe.
Benito Juárez es una de las demarcaciones que tienen atención prioritaria. Allí, el doctor Jorge Alfredo Ochoa Moreno, director general de servicios de salud de la Ciudad de México, dijo que esperan aplicarle pruebas a 10.000 personas al día.
El funcionario indicó que esta estrategia de identificación activa de casos les permitirá acercarse a la realidad en términos del número de casos activos que se tienen.