Italia vuelve a sonreír con Roberto Mancini
MILÁN (AP) — Casi tres años después de que el fútbol italiano vivió su peor pesadilla, la selección nacional ha vuelto a sonreír.
Los azzurri gritaron de alegría al celebrar en Sarajevo tras asegurar su boleto a la fase final de la Liga de Naciones. Lo hicieron sin tener a su técnico presente: Roberto Mancini debió quedarse en Roma, aislado tras dar positivo por el coronavirus.
Un asistente sostuvo el teléfono para que Mancini, mediante una videollamada, felicitase a sus jugadores por el triunfo 2-0 ante Bosnia-Herzegovina. Su mensaje fue recibido con una estridente celebración del plantel.
Fue una escena diametralmente opuesta a lo vivido en 2017, cuando los jugadores se tiraron al piso con incredulidad tras perder con Suecia en el repechaje para quedarse fuera de la Copa del Mundo.
Gian Piero Ventura fue despedido como seleccionador tras ese encuentro y fue reemplazado por Mancini meses después.
“Sólo puedo agradecerle a todos los chicos y a los colaboradores”, dijo Mancini en una entrevista televisiva tras el partido, conectado a una computadora. “Los chicos que estuvieron ahí y también a los que no, que como yo se tuvieron que quedar en casa, eso nos llevó a donde estamos”.
“En dos años han hecho un gran trabajo y han estado fantásticos”.
Mancini ha dado un vuelvo en la Nazionale, cambiando táctica y estilo. Ya no es el equipo rígido de su predecesor. Incluso un comentarista dijo el miércoles de manera entusiasta que “es como ver a Brasil”.
“Debido a que nos vemos pocas veces, sólo trabajamos en el esquema de juego cuando entrenamos y no en lo físico, ya que llegan tras haber hecho eso con sus equipos”, dijo Mancini.
Sus jugadores creen que está siendo muy modesto, especialmente tras sacar lo mejor de varios jugadores que no destacaron con Ventura.
Lorenzo Insigne ha resultado ser el mejor ejemplo del fracaso de Ventura. Inexplicablemente, el delantero del Napoli apenas disputó 15 minutos en la eliminatoria de ida y vuelta ante Suecia, y fuera de su perfil natural.
La actuación de Italia ante Bosnia —y contra Polonia y Estonia la semana pasada— fue aún más impresionante debido a los problemas que han tenido en las últimas semanas. Más de 20 jugadores fueron descartados debido al virus o lesión.
Pero Mancini ha dado en la tecla, sacando lo mejor de sus jugadores establecidos e insertar a una nueva camada que ha rejuvenecido al equipo con su energía y entusiasmo.