Denuncian ataques a Eritrea en medio de conflicto etíope
NAIROBI, Kenia (AP) — Diplomáticos denunciaron el lanzamiento de misiles contra la capital de Eritrea al tiempo que los combates letales en la región de Tigray del norte de Etiopía parecen expandirse hacia una frontera internacional y amenazan con cumplir los peores temores de los observadores.
Al menos tres misiles aparentemente iban dirigidos al aeropuerto en la capital de Eritrea, Asmara, horas después de que el gobierno regional de Tigray advirtiera que podría atacar. Ha acusado al gobierno de Eritrea de atacarlo a invitación del gobierno federal etíope desde que el conflicto en el norte de Etiopía estalló el 4 de noviembre.
Eritrea es uno de los países más aislados del mundo y nadie en el lugar, incluyendo el ministro de Información, pudo ser contactado de momento. Se desconocen detalles de muertes o daños. Las autoridades regionales de Tigray no respondieron a las peticiones de comentarios.
Los expertos han advertido que Eritrea, por mucho tiempo en desacuerdo con el gobierno regional de Tigray, o el Frente de Liberación Popular de Tigray, podría sumarse a la creciente conflicto de Etiopía que ha cobrado la vida de cientos de personas de ambas partes y causado que unos 25.000 refugiados huyan a Sudán.
El gobierno rebelde de la región etíope de Tigray disparó proyectiles contra dos aeropuertos en la vecina región Amhara de Etiopía, mientras su conflicto con el ejecutivo federal amenaza con expandirse a otras partes del segundo país más poblado de África y amenaza con una guerra civil en el corazón del Cuerno de África.
En un comunicado en la televisión estatal, el gobierno de Tigray dijo que estas acciones continuarán “a menos que paren los ataques contra nosotros”.
Los aeropuertos de Gondar y Bahir Dar sufrieron daños a consecuencia de los proyectiles lanzados el viernes en la noche, apuntó el gobierno federal, asegurando que las fuerzas regionales de Tigray están “reparando y utilizando las últimas armas de sus arsenales".
Cada bando considera ahora que el otro es ilegal como resultado de un enfrentamiento derivado de un drástico cambio en el reparto de poder bajo el mandato del primer ministro, Abiy Ahmed, ganador de un Premio Nobel de la Paz. El ejecutivo de Tigray, que controlaba la coalición que dirige el país, abandonó la alianza el año pasado, y el ejecutivo federal considera ahora que la “camarilla” que manda en la región debe ser arrestada y su nutrido arsenal debe destruirse.
El temor a ataques étnicos también va en aumento. El Frente de Liberación Popular de Tigray, que gobierna la región norteña, negó un comunicado las acusaciones de que decenas, o incluso cientos de civiles, fueron “asesinados a machetazos” el lunes en la localidad de Mai-Kadra. La masacre fue confirmada por Amnistía Internacional, que aseguró, citando a un hombre que ayudó a retirar los cuerpos, que muchas de las víctimas eran de etnia amhara.