Bélgica hará excepción para que San Nicolás entregue regalos
BUIZINGEN, Bélgica (AP) — Para asegurar la alegría de millones de niños en Bélgica, el gobierno hará una exención especial a las estrictas medidas del coronavirus para el amado San Nicolás, quien siempre entrega regalos generosos la mañana del 6 de diciembre.
En una carta “oficial” el jueves, los ministros de Salud y del Interior buscaron tranquilizar a los niños que temían quedarse sin regalos, diciendo que el santo no tendrá que ponerse en cuarentena al llegar de España —donde vive, según la tradición— y que podrá caminar por los tejados para dejar regalos en las chimeneas, incluso durante el toque de queda.
“Querido San Nicolás, haz lo que mejor sabes hacer: hacer felices a todos los niños. Contamos contigo”, dijeron en la carta conjunta la ministra del Interior, Annelies Verlinden y el ministro de Salud, Frank Vandenbroucke.
Desde hace generaciones, la visita de San Nicolás al comienzo del invierno es muy importante para los niños en Bélgica, al igual que la tradición de Santa Claus el 25 de diciembre en muchas otras naciones.
Pero al ser Bélgica uno de los países más afectados en Europa por el coronavirus, el gobierno impuso un toque de queda nocturno, reglas estrictas de confinamiento y otras medidas para contener el COVID-19. En los últimos días, un rebrote del virus ha mostrado indicios de comenzar a ceder.
A pesar de las exenciones, los ministros dijeron a San Nicolás que debe “respetar siempre el distanciamiento, lavarse las manos con regularidad y usar mascarilla”, a pesar de su larga barba blanca.
Se suponía que el santo recibiría una gran bienvenida oficial el sábado cuando su barco llegara al puerto de Amberes, pero ese evento, al que suelen asistir varios cientos de niños, se canceló.
La pandemia ha sido relativamente indulgente con los niños en lo que respecta al número de muertos, pero las vidas de los más jóvenes están de cabeza debido al cierre prolongado de escuelas y clubes deportivos y restricciones para mantenerse alejados incluso de sus abuelos.
Por eso, los ministros le pidieron a San Nicolás ser indulgente con los niños que no se han portado tan bien. “Cada niño aquí es un héroe”, dijeron los ministros en su carta. “Así que, por una vez, no tiene que comprobarlo en su gran libro”.