Temores de problemas en la votación resultaron infundados
Al final de cuentas, y a pesar del temor a enfrentamientos en los centros de votación, del caos generado por la pandemia del coronavirus y de la confusión causada por la desinformación y cambios abruptos en las reglas electorales, millones de personas de todo Estados Unidos pudieron emitir su voto sin demasiados problemas en unos comicios rodeados de grandes tensiones.
Hubo unos 103 millones de votos por adelantado de gente que prefirió evitar amontonamientos en los centros de votación debido al COVID-19. Eso alivió un poco la carga de estos centros el martes, en que hubo pocas colas mientras los contagios aumentaban. Los contagios confirmados subieron un 43% en las dos últimas semanas, de acuerdo con información recopilada por la Universidad John Hopkins.
“Temíamos lo peor, esto es una sorpresa agradable”, comentó Kristen Clarke, del Comité de Abogados por los Derechos Civiles, aludiendo a la ausencia de disturbios.
Si bien la votación fue tranquila en términos generales, se anticipan batallas legales.
El presidente Donald Trump dijo en la madrugada del miércoles que acudirá a la Corte Suprema, aunque no estaba claro qué planteos llevaría. El Partido Republicano trató de excluir los votos que llegasen a los centros de votación de Pensilvania después de su cierre del martes, algo que otros estados sí permiten. Trump despotricó en los días previos a la votación contra la decisión del máximo tribunal de permitir esos votos y dijo que volvería “con abogados”.
Trump se pasó buena parte de la campaña sembrando dudas, sin fundamentos, acerca del conteo de votos y del voto por correo. Esto generó muchas tensiones y temores de problemas, pero la jornada transcurrió pacíficamente.
“A mucha gente le asustaba la idea de salir a votar, pero yo no quise que el miedo me privase de hacerlo”, declaró Sadiyyah Porter-Lowdry, de 39 años y quien votó en una iglesia de Charlotte, Carolina del Norte.
En Iowa, los desinfectantes para las manos que usaban los votantes hicieron que las máquinas dejasen de funcionar temporalmente en Des Moines, pero el problema se resolvió prontamente y no hubo grandes demoras.
“No hubo personas armadas, manifestantes, camionetas con banderas de Trump, como se vio en otros sitios. Todo funcionó bien y la gente fue paciente”, expresó Joel Miller, comisionado electoral del condado de Linn, el segundo más grande del estado.
En Pensilvania, un juez demócrata de la ciudad de Scranton, de donde es oriundo Joe Biden, extendió la votación en una escuela primaria 45 minutos porque las máquinas se habían trabado durante el día, según el vocero del condado de Lackawanna Joe D’Arienzo. Los últimos votos en Las Vegas se recibieron poco después de las nueve de la noche a pesar de que los centros de votación cierran a las ocho porque un tribunal autorizó esa extensión debido a que una treintena de ellos habían abierto tarde en el condado más grande de Nevada.
También hubo algunos problemas con la tecnología. El equipo de Knowlnk falló en el segundo condado más grande de Ohio y en un pequeño condado de Texas, generando demoras.
Mucha gente votó en persona el martes porque se demoró mucho tiempo en pedir las papeletas para hacerlo por adelantado o porque no le llegaron a tiempo y no querían correr riesgos de que su voto no fuese contado, en vista de que hubo una enorme cantidad de votos por correo ya que la gente no quería exponerse al COVID votando en persona.
Kaal Ferguson, de 26 años, votó en persona en Atlanta porque pensó que se había dejado estar demasiado con el voto por correo.
“Todo el mundo tiene derecho a votar”, manifestó. “Pero uno corre peligro de contagiarse” al hacerlo en persona.
Los pronósticos de enfrentamientos entre partidarios de Trump y Biden no se cumplieron y no hubo casos significativos de intimidación de votantes. De hecho, personas de ambos bandos se gritaron algunas cosas en un centro de votación de las afueras de Detroit pero terminaron cantando juntos “God Bless America”.
Hubo algunos informes de llamadas telefónicas en las que se desalentaba a la gente de acudir a las urnas. El FBI está investigando, pero se cree que no hubo ataques cibernéticos importantes.
El general Paul Nakasone, a cargo del Comando Cibernético y director de la Agencia de Seguridad Nacional, dijo en un comunicado que se sentía “confiado en que las medidas que hemos tomado contra nuestros adversarios en las últimas semanas y meses garantizaron que no tendríamos interferencias en nuestras elecciones”.
Los votantes a menudo se mostraron sorprendidos por la tranquilidad que imperó en la jornada.
Anthony Medina, de Phoenix, quien cumplió hace poco 18 años, acompañó a su primo a un centro de votación el martes.
“Quería ver cómo era votar en persona ya que nunca lo hice”, comentó Medina. “Fue algo tenso porque no sabíamos si iban a pedir más cosas. Pero todo salió bien”.
Amber McReynolds, quien trabaja para Vote from Home, que ayudó a las autoridades electorales a programar el voto por correo en plena pandemia, dijo que el hecho de que casi la mitad del electorado haya podido votar por adelantado incidió para que la votación en persona transcurriese sin sobresaltos.
Destacó que esto se dio a pesar de que el Congreso no aprobó unos 3.600 millones de dólares que las municipalidades dijeron necesitaban para adaptar sus sistemas a los tiempos de pandemia.
“Dadas las dificultades derivadas del hecho de que el Congreso no dio suficiente dinero, de la desinformación y de las reyertas políticas, creo que la votación fue un gran éxito en todos los frentes”, afirmó McReynolds.
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Cassidy informó desde Atlanta y Riccardi lo hizo desde Denver. Periodistas de la Associated Press de todo el país colaboraron.