Arturo Pérez-Reverte: “Soy monárquico en defensa propia”
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El autor español Arturo Pérez-Reverte califica como una “estupidez” juzgar la historia con los ojos del presente. En su más reciente novela, “Línea de fuego”, retrata la batalla del Ebro 84 años después del estallido de la Guerra Civil española desde la perspectiva de los combatientes de ambos bandos, incluyendo mujeres.
“Sé muy bien que el bando legítimo era el de la República y el bando ilegítimo era el de los rebeldes o franquistas, lo tengo claro siempre”, dijo Pérez-Reverte en una videoconferencia el martes. “De hecho mi familia luchó en el bando republicano. Yo por razones culturales soy republicano, soy monárquico por obligación porque en España ser monárquico es casi un acto de defensa, soy monárquico en defensa propia”.
Una vez aclarado este punto, Pérez-Reverte defendió el enfoque neutral y humano que favoreció en su libro, pues como dijo, los novelistas no tienen una “obligación moral”, sino que deben ser amorales y en el caso de escribir novela histórica dejar en claro que es una ficción, no un libro de investigación.
Ante la tendencia actual por juzgar a figuras del pasado a las que antes se había proyectado como héroes erigiendo estatuas en su honor, como Cristóbal Colón y otros conquistadores o esclavistas, Pérez-Reverte pidió no juzgar la historia con los estándares del presente, sobre todo la de la conquista de América.
“Hay una estupidez que se está extendiendo peligrosamente por el mundo, por el llamado occidente, América del Sur, del Norte, Europa, que es considerar la historia del pasado con ojos del presente y eso es imposible”, dijo. “Era un mundo diferente, machista, cruel, duro, arcaico, antiguo... Esos animales (conquistadores), esos cuatro gamberros, animales, analfabetos, crueles y sanguinarios cambiaron al mundo. ¿Cómo no va a haber grandeza? Hay horror y grandeza, mirémoslo así con horror y con grandeza, con admiración y con espanto”.
La decisiva Batalla del Ebro fue la que tuvo más combatientes y una de las más sangrientas de la guerra. Pero incluso en esos momentos no todo era dolor y crudeza. En “Línea de fuego” el autor, que con este título llega a su 30ma novela tras historias como “La reina del sur”, “Falcó” y “El capitán Alatriste”, quiso retratar esto.
“Todos se conocían... (y) eso generaba una relación de trinchera a trinchera”, dijo Pérez-Reverte. “Mi abuelo le había contado a mi padre de cuando se cantaban coplas y se insultaban o se iban a jugar las cartas, cortaban tabaco o intercambiaban periódicos”.