Australia extraditará a sospechosa de secuestros a Chile
SYDNEY (AP) — Un juez australiano autorizó el jueves la extradición a Chile de una mujer buscada por cargos de secuestro que se remontan a la dictadura militar de Augusto Pinochet en la década de 1970.
El magistrado Philip Stewart rechazó las objeciones de los abogados de Adriana Rivas a su extradición por el presunto secuestro de siete personas en 1976 y 1977, incluyendo el líder del Partido Comunista, Víctor Diaz. Las supuestas víctimas nunca aparecieron.
Rivas, de 67 años, tiene 15 días para recurrir el fallo ante el Tribunal Federal.
Está detenida desde su arresto en febrero del año pasado en Sydney en base a una orden de extradición del Tribunal Supremo de Chile. Los procesos judiciales para lograr su libertad provisional durante la vista de extradición no tuvieron éxito.
El caso de Rivas es el primero de este tipo y es “extremadamente importante”, afirmó Adriana Navarro, una abogada chilena que defiende a las víctimas de Pinochet.
“Estamos contentos de que Australia esté del lado de los derechos humanos y respete los derechos humanos", dijo Navarro a reporteros en el exterior de la corte de Sydney tras conocer la decisión.
Rivas fue asistente de Manuel Contreras, director de la policía secreta, DINA, durante la dictadura militar.
Sus abogados alegaron que Rivas no era agente de la DINA y que su trabajo era mundano, con tareas como recoger la ropa de la lavandería, hacer café y traducir.
Rivas, que niega conocer siquiera a las presuntas víctimas, se mudó a Australia en 1978 y fue detenida en Chile durante una visita a su familia en 2006. Quedó libre y, tras varios meses en libertad condicional, huyó a Australia en 2009.
Hasta su detención, tenía una vida tranquila en un adinerado suburbio del este de la ciudad como niñera y limpiadora a tiempo parcial.
Australia y Chile tienen acuerdo de extradición desde 1993.
En 2014, Rivas dijo en declaraciones al Special Broadcasting Service australiano que era inocente de todos los cargos, pero defendió el uso de la tortura en Chile en ese momento como algo necesario.
“Tenían que quebrar a la gente. Esto ha pasado en todo el mundo, no solo en Chile", afirmó.