El Salvador: condenan policías por feminicidio de una agente
SAN SALVADOR (AP) — Un juzgado de El Salvador condenó a seis policías y tres civiles por favorecer y encubrir el feminicidio de una agente.
El Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia contra la Mujer emitió el fallo contra los salvadoreños que ayudaron a un policía miembro del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), al que las autoridades responsabilizan por el asesinato de la agente policial Carla Ayala.
El jefe del Grupo Anticorrupción y contra la Impunidad del Ministerio Público, German Arriaza, dijo a los periodistas que se daba por satisfecho con la resolución de la jueza, ya que quedó establecido que seis elementos de la Policía Nacional Civil cometieron conductas relevantes que rayaron con el delito de encubrimiento e incumplimiento de deberes, siendo el subjefe del GRP, Pablo Antonio Villalobos Estrada, declarado culpable a la pena mayor de ocho años de prisión.
Villalobos Estrada también deberá de pagar 3.000 dólares de responsabilidad civil
Otros dos policías y dos particulares, entre ellos el hermano del presunto asesino, que se encuentra prófugo, Juan Josué Castillo Arévalo, fueron absueltos.
La mujer policía desapareció la madrugada del 29 de diciembre de 2017, luego de participar en una fiesta navideña en la sede de la unidad elite de la policía en la capital, conocido como Grupo de Reacción Policial, y su cuerpo fue encontrado en septiembre de 2018 en una fosa en una zona rural del municipio de San Francisco Javier, departamento de Usulután, a más de 100 kilómetros al sur de la capital.
Según las investigaciones de la Fiscalía, durante el festejo la mayoría de los participantes tomaron licor y dos agentes del GRP fueron autorizados para llevar a la víctima a su casa en un municipio de la periferia norte de la capital. El presunto asesino se ofreció acompañarlos y se sentó en el asiento trasero de la patrulla policial junto a la víctima, a la que luego le disparó con una pistola nueve milímetros.
La Fiscalía asegura que nadie hizo nada para ayudar a la agente Ayala, ni para detener al también policía Juan Josué Castillo Arévalo.
Después del escándalo, el GRP fue desmantelado y sus miembros fueron enviados a otras unidades de la institución policial.