Vaticano amplía juicio por abusos sexuales
El tribunal penal del Vaticano acordó el martes ampliar un juicio por abusos sexuales que implica al seminario juvenil de la Santa Sede más allá de los dos sacerdotes ya acusados para incluir a la organización religiosa responsable de regentar la residencia.
El abogado de la presunta víctima alegó ante la corte que existen pruebas de “negligencia grosera” y “falta de vigilancia” en la administración del seminario San Pío X, cuyo resultado fueron los abusos que sufrió su defendido cuando era un monaguillo.
El seminario, situado en un palazzo en los jardines del Vaticano, aloja a varones de 12 a 18 años que se desempeñan como monaguillos en las misas papales en la Basílica de San Pedro. Un antiguo monaguillo dice que sufrió abusos reiterados a manos de un seminarista mayor cuando residía en el lugar.
El abogado Dario Imparato pidió a la corte que acuse al seminario mismo y a la asociación sacerdotal Opera Don Folchi que lo regenta, así como la diócesis de Como, que tiene jurisdicción sobre ambos.
Tras una consulta a puertas cerradas con otros jueces, el presidente del tribunal, Giuseppe Pignatone, dijo que aceptaba acusar al seminario y Opera Don Folchi, no así a la diócesis de Como.
Esto amplía el primer juicio penal que se realiza en el Vaticano concerniente a denuncias de abuso sexual en su territorio. En la instrucción original de cargos se acusa al padre Gabriele Martinelli, de 28 años, de abuso de autoridad para obligar a un seminarista menor a realizar “actos carnales” de masturbación y sodomía mediante violencia y amenazas entre 2007 y 2012.
Se acusa al antiguo rector del seminario, el padre Enrico Radice, de ayudar a Martinelli a burlar las investigaciones al descalificar las denuncias de la víctima por infundadas.
El escándalo es más grave por cuanto el presunto abuso sucedió dentro de la Ciudad del Vaticano y las denuncias datan de 2012, pero las autoridades de la Iglesia las encubrieron hasta que la víctima y su compañero de cuarto, Kamil Jarzembowski, las hicieron públicas en 2017.
Después de eso, el papa Francisco anuló la prescripción del caso y aprobó una nueva norma bajo la cual se debe informar de esos delitos a los fiscales del Vaticano.
Martinelli y Radice, quienes permanecen en libertad, no han respondido públicamente a las denuncias. Comparecieron el martes a la espera del interrogatorio, pero la cuestión de la ampliación del juicio ocupó toda la audiencia.
La Opera Don Folchi ha dicho que las denuncias contra Martinelli y el seminario son “fango”, un “ataque violento a la Iglesia” y puras “calumnias y falsificaciones”.
La próxima audiencia fue citada para el 19 de noviembre.