Brillantes playoffs de Arozarena no bastan para Rays
ARLINGTON, Texas, EE.UU. (AP) — Randy Arozarena hizo prácticamente todo durante una postemporada brillante con los Rays.
Pero no pudo ganarlo todo.
El cubano extendió el martes su récord de las Grandes Ligas, al conseguir su décimo jonrón en los playoffs, pero Tampa Bay cayó por 3-1 ante los Dodgers de Los Ángeles en el sexto juego de la Serie Mundial.
Arozarena bateó para .364 (de 22-8), con tres vuelacercas y cuatro impulsadas en el Clásico de Otoño. No fue suficiente.
El jardinero novato estableció además una marca de las mayores, con 29 hits y 64 bases totales en los playoffs.
Hace un año, Arozarena había cumplido su primera estadía en las mayores con San Luis. El “Cohete Cubano” bateó para .300 en 19 juegos con los Cardenales y se fue de 4-0 con tres ponches en cinco apariciones durante los playoffs.
San Luis fue eliminado en la Serie de Campeonato. Tampa Bay adquirió a Arozarena y al pelotero venezolano de cuadro José Martínez mediante un canje pactado en enero, que envió a San Luis al prospecto de pitcheo Matthew Liberatore.
Arozarena se perdió el comienzo de esta temporada, tras dar positivo de coronavirus. Se entrenaba en las instalaciones alternas del equipo en agosto, cuando los Rays cedieron a Martínez a los Cachorros.
Ello abrió la puerta para el ascenso del cubano.
El pelotero de 25 años bateó para .281 con siete jonrones y 11 producidas en 23 juegos durante su primera temporada con Tampa Bay. Ayudó a que el equipo se coronara en la División Este de la Liga Americana, algo que no había conseguido en 10 años.
Arozarena cerró estupendamente la temporada, y siguió brillando en los playoffs. Bateó de 20-12 con tres cuadrangulares en sus primeros cinco duelos de la postemporada.
Su último jonrón en la Serie Mundial, en la primera entrada, dio a Tampa Bay la ventaja por 1-0 en el sexto juego. Había corredores en primera y segunda un inning después, cuando volvió a batear. Sin embargo, se ponchó tirándole para el tercer out.
En el quinto, pegó un sencillo, pero se quedó en los senderos cuando austin Meadows bateó una roleta inofensiva.