Virólogo: repunte en Milán se extiende a población de riesgo
MILÁN (AP) — Italia tiene dos semanas para frenar la creciente tasa de transmisión del coronavirus o se arriesga a “seguir los pasos” de sus vecinos europeos, donde la propagación exponencial del virus derivó en duras restricciones, dijo un virólogo que trabaja en la primera línea de lucha contra la pandemia.
Las autoridades de salud italianas han declarado que la reaparición del COVID-19, la enfermedad causada por el virus, ha alcanzado una “fase aguda”. Massimo Galli, director de enfermedades infecciosas en el hospital Luigi Sacco de Milán, apuntó que el rebrote en Italia — que alcanzó máximos diarios esta semana — no es el resultado de realizar un número récord de pruebas, como han sugerido los políticos, sino el indicio de un retorno real entre la población con mayor riesgo.
Basta con echar un vistazo al ala de COVID-19 del hospital Sacco, a unos pocos metros de la oficina de Galli, para hacer sonar las alarmas.
“Tenemos una situación que nos recuerda bastante a la que ya hemos vivido", dijo Galli a The Associated Press, refiriéndose al repunte de la primera ola de la pandemia en marzo y abril, cuando el aumento de los contagios resultó en un récord de 969 decesos en un día.
Ya en Milán, añadió, el numero de pacientes mayores o con factores de riesgo está creciendo, lo que indica una propagación más allá de la expansión registrada a finales de septiembre, cuando la mayoría de los nuevos positivos eran descubiertos por el rastreo de contactos y por los controles a gente que, por ejemplo, regresaba de las vacaciones.
‘La tendencia ya está ahí y es francamente alarmante", apuntó añadiendo que “no es una situación generalizada, no ocurre en toda Italia”.
Pero teme que las nuevas restricciones nacionales adoptadas en las dos últimas semanas, que incluyen el uso obligatorio de mascarilla al aire libre, la prohibición de determinadas actividades deportivas y el cierre de restaurantes a medianoche, no sean suficientes.
“Si no tenemos en 15 días (...) una indicación de que podemos controlar todos los grandes brotes, no habrá más remedio que entrar en otra fase de limitación de la actividad", manifestó Galli.
La región de Campania, donde está Nápoles y que ha estado bajo presión desde principios de septiembre, cerró el viernes sus escuelas hasta finales de mes, lo que enojó al gobierno en Roma.
El cierre se produjo luego de que Italia reportase en la víspera un récord de nuevos contagios diarios, con 8.804, incluyendo más de 2.000 en Lombardía y 1.000 en Campania. Tras mantenerse por 40 días, el número de muertos subió a 83, de los cuales un tercio estaban en Lombardía.
Las nuevas infecciones también batieron récords en República Checa, que decretó el cierre de sus escuelas, y en Polonia, donde se ha limitado el horario de los restaurantes y se cerraron gimnasios y colegios. Francia impuso un toque de queda a partir de las 21:00 en París y en otras grandes ciudades.
Alemania, por su parte, confirmó 7.334 nuevos casos, su segundo récord diario consecutivo, según el Instituto Robert Koch, el centro nacional de control de enfermedades.
Hasta esta semana, la cifra más alta de contagios registrada en el país era de casi 6.300 a finales de marzo, aunque la cantidad de pruebas de detección que se realizan aumentó enormemente desde entonces. Las cifras tienden a alcanzar su pico hacia finales de semana, pero la última lectura subraya una fuerte tendencia al alza en las últimas semanas.
A principios de semana, el gobierno federal y los estatales acordaron endurecer las normas de uso de mascarillas y adelantaron el cierre de los bares en los lugares con una alta tasa de contagios.