Indisciplina pone a entrenador de Inglaterra a la defensiva
LONDRES (AP) — La indisciplina entre los jugadores de la selección de Inglaterra se ha vuelto una preocupación para Gareth Southgate.
“Hemos tenido que lidiar con una cadena increíble de cosas”, declaró Southgate al reflexionar sobre los desafíos tras la noche que marcó un hito indeseable en la historia de la escuadra.
Harry Maguire fue expulsado durante el partido y Reece James recibió también la tarjeta roja después del silbatazo final por discutir con el árbitro en la derrota de Inglaterra por 1-0 ante Dinamarca el miércoles. A final de cuentas dos jugadores ingleses fueron echados de la cancha en el mismo partido por primera vez en los 148 años de historia de la selección inglesa.
La mala conducta en el encuentro puso fin a una tercera convocatoria consecutiva y Southgate también ha enfrentado problemas extra-cancha.
En noviembre de 2019, Raheem Sterling fue dado de baja debido a un altercado durante un entrenamiento con Joe Gomez, parte de una rivalidad entre Manchester City y Liverpool que fue llevada hasta la selección inglesa.
Debido a la pandemia de COVID-19, pasaron casi 10 meses para que la escuadra inglesa volviera a reunirse. Y Maguire nunca llegó siquiera al hotel.
En un día de absurdos, Southgate convocó a Maguire para los partidos de septiembre de la Liga de Naciones, aunque el capitán de Manchester United estaba siendo procesado en ausencia en Grecia por escenificar un altercado en las vacaciones. Horas más tarde, una vez dictado el fallo en el que lo declararon culpable de agredir a un policía e intentar un soborno, Maguire fue descartado para los compromisos de visitante de Inglaterra contra Islandia y Dinamarca.
La decisión ponía sobre aviso a los jugadores ingleses sobre el proceder que se esperaba de ellos. El mensaje no llegó a Phil Foden ni Mason Greenwood. Festejaron sus estrenos con la selección inglesa reuniéndose con mujeres en su hotel en Reikiavik.
Incluso en otros tiempos, cuando no había pandemia, ese proceder habría infringido el código de conducta de la escuadra. Sin embargo, la falta fue exacerbada debido a que las mujeres ingresaron en la burbuja de seguridad dispuesta para restringir la exposición de los jugadores al coronavirus.
Por precaución médica, Southgate se vio obligado a regresar a Foden y Greenwood. Fueron dados de baja para los tres compromisos de Inglaterra de este mes.
Sin embargo, el mensaje de Southgate de respetar los protocolos del coronavirus continuó sin penetrar entre su escuadra.
En el caso de Tammy Abraham, Ben Chilwell y Jadon Sancho, no se ajustaron a los protocolos nacionales cuando se fotografiaron con más de seis personas un par de días antes de integrarse con la selección inglesa.
Southgate no podía arriesgarse a tenerlos cerca del equipo hasta que los médicos pudieran garantizar que no hubieran contraído el coronavirus. Ninguno jugó en la victoria de 3-0 contra Gales en el partido amistoso jugado el jueves. Chilwell causó baja después debido a otra enfermedad. Abraham fue declarado apto pero no vio acción y Sancho entró de cambio en la segunda mitad en el triunfo del domingo por 2-1 sobre Bélgica y en la derrota ante Dinamarca.