Pensilvania epicentro de disputas sobre securidad electoral
HARRISBURG, Pensilvania, EE.UU. (AP) — En lo que respecta a la ansiedad en torno la votación y al recuento de sufragios en las elecciones de este año, ningún estado supera a Pensilvania.
Las autoridades de Filadelfia, donde viven una quinta parte de los votantes demócratas del estado, han sido demandadas por la gente de Donald Trump, cuestionadas por el mandatario, quien dice que allí pasan “cosas malas”, y se han visto obligadas a explicar medidas de seguridad tras un robo en un depósito lleno de equipo para los comicios.
Agréguele a esto una investigación en torno a las papeletas con el voto de un grupo de militares que fueron descartadas por error, las peleas en la legislatura estatal en relación con el procesamiento de lo que se espera sea un enorme caudal de votos por correo y un esfuerzo de último momento por parte de legisladores republicanos que quieren crear una comisión para velar por la integridad de los comicios.
Uno de los estados más peleados del país trata de sacar adelante una votación en tiempos de pandemia y en un ambiente tenso, en el que cada medida relacionada con los comicios es cuidadosamente estudiada por ambos bancos. Las autoridades electorales dicen que hacen todo lo que pueden para evitar que Pensilvania termine repitiendo lo que sucedió en la Florida hace dos décadas, cuando disputas en torno a la votación fueron a parar a la Corte Suprema.
“Por años hemos confiado en nuestros funcionarios electorales. ¿Por qué no vamos a confiar ahora”, preguntó Eileen Olmsted, de la Liga de Votantes Femeninas de Pensilvania, una organización independiente que promueve una expansión del acceso al voto. “Mucho de lo que pasa responde a la precepción de que va a haber un fraude, algo sobre lo que no hay ninguna evidencia”.
En muchos sentidos, los funcionarios electorales de Pensilvania enfrentan los mismos dilemas que los de todo el país. En todos lados hay que ajustar los procedimientos como consecuencia de la pandemia del coronavirus, que hace que mucha gente prefiera no ir a centros de votación el día de las elecciones. Algunos estados estrenan nuevos sistemas de votación y encaran demandas por los nuevos procedimientos.
Pero en Pensilvania hay mucho más en juego que en los otros estados. El candidato demócrata Joe Biden, nacido en Pensilvania, ha visitado este estado más que ningún otro desde el 1ro de septiembre e invierte mucho más dinero que en los demás en concepto de publicidad, con excepción de la Florida, según la firma Kantar/CMAG, que monitorea esos gastos.
Trump ganó Pensilvania por estrecho margen en el 2016 —menos de un punto porcentual— y fue el primer republicano que conquista este estado desde 1988. Es el quinto estado con más votos electorales y de vital importancia tanto para Trump como para Biden. Las encuestas anticipan una contienda reñida, aunque Biden lleva una leve ventaja.
Los republicanos dicen que es probable que se cuestionen votos y que el destino de los 20 votos electorales del estado podría hacerse esperar.
“Hay incidentes de esos que ocurren en todas las elecciones que están siendo exagerados para generar la impresión de que algo no funciona y que no se puede esperar un conteo preciso”, afirmó Suzanne Almeida, de la oficina de Common Cause en Pensilvania, una organización independiente que busca facilitar el acceso al voto. “Hay muchas razones por las que eso no es cierto”.
El principal reto podría ser verificar y contar los votos por correo. Se calcula que podría haber 3 millones de esos votos, diez veces más que hace cuatro años. Hasta el martes, más de 2,6 millones de personas habían solicitado las papeletas para votar por correo.
La legislatura, controlada por los republicanos, se niega a permitir que las autoridades electorales empiecen a procesar esos votos antes del día de las elecciones, el 3 de noviembre. Eso prácticamente garantiza que el recuento durará días, si no semanas, y podría hacer que se demore el resultado final de la votación.
A pesar de todas las denuncias e investigaciones, mucha genten dice que no ha tenido problemas para votar. Se empezó a distribuir papeletas y a abrir centros de recepción de sobres a fines del mes pasado. Esto alienta esperanzas de que Pensilvania tal vez evite ser un foco de tensiones el día de las elecciones.
Elzena Hall cambió su afiliación partidaria, de independiente a demócrata, y entregó su voto la semana pasada en un centro de Filadelfia.
“Cambiar de afiliación, inscribirme y votar... todo fue muy fácil”, comentó Hall, quien tiene 48 años y recibió una camiseta que dice que votó por adelantado.
Susan Stirling, consejera universitaria, dijo que planeaba votar en persona el día de las elecciones por temor a lo que pueda pasar con el voto por correo. Pero tuvo el lunes libre y decidió votar por adelantado.
“Fue todo muy rápido y sencillo”, declaró.
Los republicanos, que hacen sonar las campanas de alarma, dicen que solo quieren proteger la integridad del proceso y propusieron crear una comisión legislaviva controlada por ellos para investigar la votación. Los demócratas dicen que intentan “robarse la elección”.
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Cassidy informó desde Atlanta. La reportera de la Associated Press Claudia Lauer colaboró desde Filadelfia.