Fernández dice que no devaluará ni confiscará depósitos
BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Alberto Fernández intentó alejar los fantasmas de una devaluación y de la aplicación de restricciones al retiro de depósitos bancarios durante una intervención el miércoles ante los principales empresarios del país.
“Hay una desconfianza porque se repiten cosas que no son ciertas: desde los que plantean que se viene una devaluación hasta los que plantean que vamos a quedarnos con los depósitos de la gente. Esas cosas no van a ocurrir”, dijo Fernández durante el coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) realizado de forma remota debido a la pandemia de COVID-19.
Al repasar las medidas adoptadas durante la cuarentena, que agravaron la crisis económica, el dirigente peronista renovó sus críticas a su antecesor, el conservador Mauricio Macri (2015-2019), y señaló que “estamos enfrentando un problema por la falta de divisas que objetivamente heredamos” junto a una recesión que lleva más de dos años.
En septiembre el gobierno aplicó restricciones a la compra de dólares que los argentinos destinan al ahorro en un intento por frenar la sangría de divisas que sufría el Banco Central.
Poco después comenzó a detectarse en el sistema bancario un creciente retiro de los depósitos en dólares de clientes que temían que el gobierno confiscara sus ahorros como ocurrió en la crisis de 2001 y 2002, durante la cual el país suprimió la paridad del peso y la divisa estadounidense y se desencadenó una fuerte devaluación.
Ante la caída en las reservas y la salida de depósitos el gobierno se vio forzado a restringir al máximo la venta de dólares, lo que a su vez llevó a la divisa a un precio récord de 167 pesos por unidad en el circuito ilegal, el doble que en el mercado oficial.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina es uno de los países de la región que se verá más afectado por la pandemia y este año su economía sufrirá una contracción de 11,8%.
En medio de la recesión Argentina intenta negociar con el FMI una deuda de unos 44.000 millones de dólares.
Una misión de ese organismo que estuvo en Buenos Aires concluyó esta semana que los elevados niveles de pobreza y desempleo "se ven agravados por importantes presiones en el mercado cambiario”.