Estudio comparativo de 21 países desarrollados sobre COVID
BERLÍN (AP) — Según un estudio comparativo de 21 países desarrollados al inicio de la pandemia de coronavirus, los gobiernos que aplicaron tempranamente la cuarentena y contaban con sistemas sólidos de salud pública pudieron evitar grandes cantidades de muertes adicionales debido al brote.
Para el estudio publicado el miércoles en la revista Nature Medicine, los científicos usaron el número semanal de muertes en 19 países europeos, Nueva Zelanda y Australia durante el decenio pasado para calcular cuánta gente habría muerto desde mediados de febrero hasta mayo de 2020 de no haber sucedido la pandemia.
Los autores, encabezados por Majid Ezzati del Imperial College de Londres, compararon las cifras pronosticadas de muertes con las cifras reales reportadas para determinar cuántas probablemente pudieron deberse a la pandemia. Las autoridades de salud pública utilizan estos llamados modelos de “exceso de mortalidad” para comprender mejor los brotes de enfermedades y la eficacia de las medidas para contrarrestarlos.
Según el estudio, se produjeron unas 206.000 muertes en exceso en los 21 países durante ese período, una cifra acorde con otros cálculos independientes. En España, la cifra de muertes superó en 38% la que cabía esperar sin la pandemia, mientras que en Inglaterra y Gales fue de 37%.
Italia, Escocia y Bélgica también registraron excesos significativos de muertes, mientras que en otros países no se advirtieron grandes cambios y en el caso de Bulgaria se registró una disminución.
Los autores señalaron que, aunque existen diferencias en la composición de las poblaciones —como la edad y la frecuencia de las condiciones preexistentes que contribuyen a las tasas de mortalidad—, los esfuerzos de los gobiernos por contener la transmisión del virus y la capacidad de los sistemas nacionales de salud para afrontar la pandemia también cumplieron un papel.
El profesor Amitava Banerjee, del University College de Londres, quien no participó del estudio, dijo que estaba bien diseñado y que utilizó métodos estándar aceptados.
Observó que la comparación entre las tasas de mortalidad del Reino Unido y Nueva Zelanda, donde la edad de las poblaciones y las tasas de obesidad y otras condiciones preexistentes son similares, apoya el argumento de que otros factores contribuyeron a las diferentes cifras de mortalidad.
“Aunque se creen vacunas y mejores tratamientos para la infección grave (con COVID-19), el método para minimizar el exceso de muertes es reducir la tasa de contagio con medidas a nivel de la población”, dijo Banerjee. Éstas incluyen cuarentenas, protección de grupos de alto riesgo y la instalación de sistemas de “análisis, rastreo y aislamiento”, añadió.
Alemania, que al igual que Estados Unidos no fue incluida entre los 21 países del estudio, ha registrado menos muertes en lo que va del año que en otros años recientes, según el jefe de la agencia de control de enfermedades del país.
Las razones de ello son complejas y tomará tiempo comprenderlas plenamente, pero la caída en las infecciones hospitalarias y la ausencia de casos reportados de sarampión en Alemania desde marzo indican que el distanciamiento social, el uso de cubrebocas y el lavado de manos son eficaces.
“Las medidas aplicadas a raíz del COVID tienen consecuencias más allá y son positivas, eso está claro”, dijo el titular del Instituto Robert Koch, Lothar Wieler, a la prensa en Berlín.