Plan para reestructurar el fútbol inglés enfrenta oposición
LONDRES (AP) — Cuando el Liverpool y el Manchester United buscaron a alguien que encabezara los esfuerzos para revolucionar el fútbol inglés, acudieron al hombre que anteriormente lo había sacado adelante.
“Cuando creamos la Liga Premier, tuvimos enormes objeciones al principio”, recordó Ricky Parry, que ayudó a que los clubes dieran el siguiente paso para crear en 1992 la que creció hasta convertirse en una de las ligas más ricas del fútbol mundial. “El cambo nunca es fácil. El cambio nunca es popular, pero en ocasiones el cambio es necesario”.
Resulta particularmente necesario para el actual empleador de Parry: La English Football League (EFL), competencia que cuenta con 72 clubes en las tres divisiones inferiores a la Liga Premier. Incluso antes de la pandemia, la EFL estaba repleta de equipos que operaban bajo presupuestos inadecuados en busca de un ascenso, en última instancia a la Premier.
La ausencia obligada de aficionados en los estadios ha eliminado la principal fuente de ingresos de que dependen los clubes para sobrevivir. La solución que le pareció lógica a Parry es regresar a la Premier y asegurar no solo un rescate financiero inmediato, sino una fórmula a largo plazo para obtener más dinero de ello.
El problema es que el primer director ejecutivo de la Liga Premier no trabajó con la directiva actual sino con dos de sus equipos más exitosos: United y Liverpool.
La Premier arremetió contra las propuestas al considerarlas perjudiciales para el fútbol inglés en su totalidad.
Downing Street denunció “acuerdos secretos que socavan la confianza en la gobernabilidad del fútbol”.
Eso debido a que a cambio de que la Liga Premier envíe más dinero a la EFL cada año —como un “proyecto a lo grande” concebido— el United y el Liverpool se forjarían los medios para tomar mayor control y básicamente más dinero.
Ya no serían los 20 clubes como socios en iguales condiciones. En realidad, serían 18 — la misma cantidad de la Bundesliga — reduciendo la Premier para que la élite pueda facturar con más partidos fuera de Inglaterra en una Liga de Campeones que podría expandirse tras 2024.