Cinco dudas previas al debate entre Pence y Harris
NUEVA YORK (AP) — El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y la aspirante demócrata al puesto, Kamala Harris, se verán las caras en un debate por primera y única vez el miércoles en la noche en Utah.
A continuación, algunas cuestiones clave previas a la cita:
¿CUÁNTO IMPORTA ESTE DEBATE?
Los debates entre aspirantes a la vicepresidenta raramente han decantado el voto de forma significativa en una elección. Pero con el presidente, Donald Trump, recuperándose del coronavirus y su rival demócrata, Joe Biden, tratando de convertirse en el presidente de más edad en la historia del país, esta vez hay mucho en juego.
Aunque sea incómodo decirlo en voz alta, existe la posibilidad de que Pence o Harris puedan tener que ocupar la presidencia antes de que termine el próximo mandato. Esto concede más importancia al acto en horario de máxima audiencia para ambos candidatos.
Pence y Harris han estado a la sombra de sus compañeros de fórmula durante mucho tiempo. Este es su momento de brillar.
¿SERÁ SEGURO?
Hace menos de dos semanas, un Pence sin mascarilla acudió al ahora infame acto en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca que se sospecha que fue un evento de “superpropagación” donde se contagiaron al menos ocho asistentes, incluyendo el propio Trump.
Se podría alegar que Pence debería estar guardando cuarentena y no en un auditorio de la Universidad de Utah para debatir.
Reconociendo las preocupaciones de salud, los organizadores accedieron a separar a los candidatos, a quienes no se les exigirá usar mascarilla, con una pantalla de plexiglás. Los políticos y el moderador estarán sentados a exactamente 3,7 metros (12,25 pies) de distancia unos de otros. No se permitirán los apretones de manos ni cualquier otro saludo físico.
Según la organización, dentro del recinto habrá únicamente un “pequeño número” de invitados con boleto. Todo aquel que se niegue a ponerse mascarilla, a excepción de los candidatos y el moderador, será expulsado.
Normalmente nos centramos en los riesgos políticos, pero hay riesgos físicos legítimos en juego.
¿CÓMO DEFENDERÁ PENCE LA GESTIÓN DE LA PANDEMIA REALIZADA POR LA CASA BLANCA?
Pence, quien preside el grupo de trabajo sobre coronavirus armado por el presidente, tiene algunas preguntas difíciles que responder.
Más de 210.000 estadounidenses han fallecido. La Casa Blanca es un foco de contagios. Y pese a esto, el gobierno de Trump no tiene una estrategia integral nacional para contener la pandemia.
Es justo asumir que el punto de conversación estándar de la Casa Blanca sobre que los viajes desde China se impidieron pronto no sacará a Pence de problemas esta vez. La verdad es que, bajo la supervisión de Trump y Pence, Estados Unidos se ha convertido en el país con más víctimas mortales a causa del COVID-19 en todo el mundo.
Pence también se verá obligado a responder por los repetidos intentos de Trump de minimizar la amenaza del coronavirus y desalentar de las medidas de precaución básicas como el uso de mascarilla, un patrón que continuó incluso después de recibir el alta hospitalaria el lunes.
Pence está bastante más curtido que Trump en algunos aspectos tras haber pasado los 20 últimos años en un cargo electo. Necesitará toda esa experiencia para salir de esta.
HARRIS ESTÁ HACIENDO HISTORIA, ¿IMPULSARÁ ESTO A LOS DEMÓCRATAS?
No es ningún secreto que Biden ha tenido problemas para entusiasmar a algunos demócratas con su candidatura. Harris podría ayudar en ese aspecto al recordarle a Estados Unidos que podría hacer historia al convertirse en la primera mujer negra en ocupar la vicepresidencia. Su simple presencia en el debate ya es un hecho histórico.
Harris podría buscar tener su momento el miércoles en la noche, probablemente guionizado, para resaltar su posición única en la historia. Ya lo hizo con éxito en los debates de las primarias demócratas, cuando contó su experiencia personal en los autobuses escolares, una vivencia que utilizó, por supuesto, para atacar a Biden.
Los demócratas siguen trabajando de forma agresiva para animar a los votantes menos activos, especialmente negros y jóvenes, para que respalden a Biden. Harris tiene quizás la mayor y mejor oportunidad para ayudar a abordar estas preocupaciones el miércoles.
¿ALGUNO DE LOS CANDIDATOS BAJARÁ LOS GUANTES?
La primera regla para cualquier compañero de fórmula es no dañar a la candidatura. Esto suele poner bajo mucha presión a los candidatos a la vicepresidencia para que se ciñan a los puntos de conversación marcados.
Pero estos no son tiempos normales.
Pence ha mostrado en los últimos cuatro años que tiene poco interés en hacer otra cosa que no sea alabar al presidente. Pero Harris, una exfiscal, ha demostrado capacidad y disposición para discutir cuando quiere hacerlo.
La senadora de California tiene una posición única para atacar a Pence sobre la gestión que ha hecho el gobierno de Trump de las divisiones raciales, los asuntos relacionados con la mujer, el coronavirus y los nominados presidenciales a la Corte Suprema.
Teniendo en cuenta lo callada que ha estado en la campaña desde que se unió a la boleta, la duda es cuán agresiva le permitirá ser el equipo de Biden.