Fabricante de pelota polémica: 'ojalá que gane Nadal'
PARÍS (AP) — Menos de medio gramo, o la mitad de lo que pesa el billete de un dólar.
Según el fabricante, esa es casi la casi infinitesimal diferencia entre la vieja pelota del Abierto de Francia con la que Rafael Nadal conquistó su 12do título el año pasado y la nueva que lo tiene irritado al ir en busca de la 13ra corona en Roland Garros.
En el frío de una París otoñal, clima inusual para el nacido en el archipiélago de las Islas Baleares, las pelotas se sienten “como una piedra", Nadal no escondió su malestar en las pistas de arcilla, donde busca empatar el récord de 20 títulos de Grand Slam para hombres que atesora Roger Federer.
Tras despachar el miércoles 6-1, 6-0, 6-3 al estadounidense Mackenzie McDonald para alcanzar la tercera ronda, Nadal siguió quejándose: “La realidad es la que es y yo intento jugar lo mejor que se pueda”.
“Hoy no estuvo tan frío, las condiciones no fueron tan malas. (Pero) la pelota sigue estando pesada. Cuando no hace frío, la pelota pesa un poco menos. ¿No? Veo que el pronóstico para los próximos días no es muy bueno”.
Pero el fabricante de la pelota, a cargo de su desarrollo y pruebas, está convencido que el astro español está equivocado y cruza los dedos para que el “Rey de la Arcilla” vuelva a coronarse campeón en París, pese a que es patrocinadora por empresa rival, todo para demostrar que las pelotas están bien.
“Por un lado, me pongo a decir, 'espero que lo gane Nadal para que no se hable más", dijo Jason Collins, el director global de productos para deportes de raquetas en una entrevista con The Associated Press.
“Estoy muy confiado que cuando todo termine en este torneo, la pelota no será el legado de Roland Garros 2020”, añadió.
Cuando el torneo anunció en noviembre que el fabricante con sede en Chicago reemplazaba a la francesa Babolat que patrocina a Nadal, el coronavirus era desconocido. Wilson preparaba una pelota acoplada para el calor de mayo y junio, con lluvias pasajeras, cuando el mundo del tenis desembarca en París para el segundo grande del año.
La pandemia alteró todo. Roland Garros quedó programado para septiembre, el último de los tres grandes este año, luego que la cita de Wimbledon fue cancelada por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. En lugar de la primavera de París, los tenistas se han encontrado con lluvía, frío y un cielo plomizo. La puesta del sol se da horas antes a los días de mayo. Confinados en sus hoteles o muy abrigados en una pistas muy pegajosas, algunos jugadores se quejan mucho y la nueva pelota ha sido el foco de las críticas.
“Yo no le daría estas pelotas a un perro para que las mastique”, dijo el británico Don Evans tras sucumbir en un partido de cinco sets en la jornada inaugural. “Mucho frío. Creo que lo de las pelotas es lo peor. Quizás fallaron un poco con las pelotas. Cuesta mucho moverla”.
Viendo el torneo desde Chicago, Collins respondió que "si bien no quiere defender a Dan Evans por sus declaraciones, la reacción que ha recibido se han centrado en la manera cómo se manejan las pelotas, no el propio material. Algunas quedan bajo lonas que no las cubren de la lluvia.
“El daño está hecho, pero la realidad es que varias de esas pelotas acaban en un charco", dijo Collins. “Debieron dejarlas de usar”.