Londres advierte de atascos en frontera si hay Brexit duro
LONDRES (AP) — El gobierno británico advirtió el miércoles que podrían formarse filas de 7.000 camiones para cruzar el Canal de la Mancha y esperas de dos días para entrar en Francia inmediatamente después de que Gran Bretaña complete su ruptura económica con la Unión Europea a final de año.
En una carta a empresas de logística, Michael Gove, el ministro responsable de los preparativos del Brexit, lo describió como una estimación razonable del peor caso posible. Estaba previsto que diera más detalles al Parlamento más tarde el miércoles.
Entre el 30% y el 50% de los camiones que quiere cruzar el Canal podría no esta listo para el nuevo papeleo y las normas que entrarían en vigor el 1 de enero, señaló la carta del gobierno.
“Esto podría producir filas máximas de 7.000 camiones con destino al puerto en Kent y demoras máximas asociadas de hasta dos días”, indicó el documento.
Las demoras podrían prolongarse al menos tres meses hasta que las empresas se acostumbren a los nuevos sistemas y requisitos, según la carta de Gove.
Las empresas de logística y transporte de mercancías acusaron al gobierno de estar terriblemente mal preparado para los cambios que se avecinan en apenas tres meses. El sistema diseñado por el gobierno para reducir el riesgo de retrasos en las entregas seguirá en pruebas en enero. La contratación y formación de 50.000 nuevos trabajadores aduaneros está lejos de completarse.
“Hemos advertido de forma continuada al gobierno que habrá retrasos en los puertos, pero no están hablando con la industria para encontrar soluciones”, afirmó el director general de la Asociación de Transporte de Mercancías por Carretera, Richard Burnett.
Gran Bretaña abandonó el 31 de enero las instituciones políticas británicas, pero sigue en un periodo de transición sin aranceles hasta final de año, mientras los negociadores tratan de definir la relación comercial futura entre ambas partes.
Incluso con acuerdo, Gran Bretaña saldrá del mercado único y la unión aduanera del bloque, lo que supone nuevos controles y barreras comerciales. Las complicaciones serán mayores si no hay acuerdo, ya que Gran Bretaña y la UE tendrían que imponer aranceles a los productos del otro lado.
Un reporte del grupo de investigación política U.K in a Changing Europe estimó que, en el largo plazo, el impacto económico de un Brexit “duro” sería tres veces el impacto de la pandemia del coronavirus. La economía británica se contrajo en un quinto entre marzo y mayo cuando el país entró en cuarentena, aunque después ha recuperado parte del terreno perdido.
Ambos dicen que debe cerrarse un acuerdo en octubre para poder ratificarlo antes del 1 de enero. Pero los negociadores siguen alejados en temas clave, especialmente el acceso de los pesqueros europeos a las aguas británicas y las normas de competencia para empresas.
El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, tenía previsto reunirse el miércoles en Londres con su homólogo británico, David Frost, antes de la novena ronda de negociaciones formales la semana que viene.
El tono de las conversaciones se ha enfriado aún más después de que el primer ministro británico, Boris Johnson presentara un proyecto de ley que daría derecho a Gran Bretaña a ignorar partes del acuerdo de salida legalmente vinculante que firmó con la UE hace menos de un año.
Eso ha indignado a la UE, que ha amenazado con acciones legales si Gran Bretaña no se retracta antes de octubre. Johnson no parece tener planes de retirar la propuesta, que se está tramitando en el Parlamento.
La legislación ha levantado mucho revuelo en Gran Bretaña. Cinco ex primeros ministros han criticado a Johnson por estar dispuesto a incumplir el derecho internacional, y tanto el principal asesor legal del gobierno como el funcionario jurídico de más rango de Escocia han renunciado.