Lesiones diezman a equipos durante segunda semana de la NFL
Por más que la NFL se ha cuidado para prevenir brotes de coronavirus en la liga, hay algo que no puede controlar: las lesiones. Y fue lo que ocurrió al por mayor el domingo.
En un deporte te tanto contacto físico como el fútbol americano, las lesiones acaban equilibrando a todos. Afectan más si se amontonan en una misma posición. O si golpean en diversos frentes.
San Francisco, que perdió al quarterback Jimmy Garoppolo por una dolencia en el tobillo derecho durante la victoria 31-13 ante los Jets de Nueva York, pudo haber sido el equipo más damnificado. Los 49ers ya tenían fuera al estelar tight end George Kittle y al veterano cornerback Richard Sherman.
Y ahora perdió a dos titulares de la línea defensiva por lesiones en las rodillas: Nick Bosa, el novato defensivo de 2019, y Solomon Thomas. Los diagnósticos de ambos no son alentadores.
El principal running back Raheem Mostert, quien inició el partido con una carrera de 80 yardas para una anotación, también sufrió una lesión en la rodilla. Y su suplente backup Tevin Coleman también tuvo que salir del partido contra los Jets.
Con San Francisco teniendo una visita a los Meadowlands el próximo domingo ante los Giants, el entrenador jefe Kyle Shanahan no tendrá otro remedio que improvisar.
“Los sentimientos son encontrados cuando pierdes a jugadores talentosos", dijo Shanahan, quien cuestionó la calidad de la superficie del MetLife Stadium. “Cuando se pierde a jugadores clave como nos ha pasado, que estarán ausentes por buen rato, pues tenemos que rogar que mejoren pronto".
Entre el personal cuya recuperación tardará tras un fin de semana brutal se encuentra el running back Saquon Barkley, por una grave lesión en la rodilla derecha. El mejor novato ofensivo en 2018 cayó mal cerca del lateral de Chicago cuando trataba de esquivar al safety de los Bears Eddie Jackson en un acarreo de 6 yardas al inicio del segundo cuarto.
“Saquon es uno de los mejores corredores de la liga, no hay nadie que pueda cubrir lo que él hace, lo que ha hecho", señaló su suplente, el veterano Dion Lewis. “Trataremos de hacer lo mejor posible, ser el grupo de siempre, cumplir con lo que los coaches nos piden y trabajar duro cada día”.
El running back Christian McCaffrey, quizás el jugador ofensivo más versátil de la liga, salió del partido que Carolina perdió ante los Buccaneers con una lesión en el tobillo derecho.
“Todo se te complica más cuando no puedes contar con tus mejores fichas en el campo", dijo el quarterback Teddy Bridgewater.
También causaron baja — tomen aliento — los receptores Davante Adams de los Packers (corva); Parris Campbell de los Colts (sacado en un carrito por una lesión en la pierna); Sterling Shepard de los Giants (dedo); y Courtland Sutton de los Broncos (rodilla).
Más: los mariscales de campo Tyrod Taylor, quien no pudo jugar con los Chargers ante Kansas City tras una dolencia en el pecho sufrida pocos antes del inicio; y Drew Lock de los Broncos (hombro).
Y así varios más en diversos frentes.
Los equipos de la NFL están acostumbrados a perder jugadores. A veces la marcha al Super Bowl se asemeja más a una lucha de sobrevivientes que una pugna de los conjuntos más talentosos. Y el problema de este año 2020 es que se trata del 2020.
Aunque las medidas preventivas que la liga ha tomado para lidiar con la pandemia han funcionado bastante bien, la lista de bajas promete seguir subiendo. Se trabajó muy poco durante el verano, y no se disputaron partidos de pretemporada. Esencialmente cero contacto en un deporte de contacto.
Los jugadores tampoco pudieron ir a las instalaciones para mantenerse en forma, lo que les hace más propensas a lesiones leves.
Pero lo ocurrido el domingo es más alarmante. Fueron lesiones de gravedad, que podrían significar ausencias de varias semanas o meses — o el resto de la temporada. Y que seguramente socavan la calidad del juego.