La UE estudia sancionar a Bielorrusia, recibe a opositora
BRUSELAS (AP) — Los ministros de la Unión Europea estudiaban el lunes si sancionar a docenas e funcionarios bielorrusos, incluido el presidente, Alexander Lukashenko, tras reunirse con su principal rival, que se ha exiliado.
La UE ha elaborado una lista de unas 40 personas que podrían ver sus activos congelados y sus opciones de viajes reducidas en respuesta a las irregularidades de las elecciones del 9 de agosto, en las que Lukashenko obtuvo un sexto mandato, y a la represión que siguió a lo comicios.
La cuestión es si incluir a Lukashenko, que ha reprimido la oposición y los medios independientes durante sus 26 años en el poder y se niega a dialogar con los manifestantes. Algunos países de la UE querían subir la presión de forma gradual ampliando la lista de sanciones si el mandatario se negaba a entablar un diálogo con la oposición, en lugar de sancionar a todos los funcionarios señalados a la vez.
En declaraciones después de que varios ministros se reunieran durante el desayuno con la principal rival de Lukashenko, Sviatlana Tsikhanouskaya, el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, dijo que “la violencia que está ejerciendo Lukashenko contra los manifestantes pacíficos es totalmente inaceptable”.
Maas, cuyo país ostenta ahora la presidencia de turno de la UE, dijo que los ministros deben “plantearnos la pregunta de si el señor Lukashenko, el que ostenta la principal responsabilidad, no debe ser sancionado también por la Unión Europea”.
El jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que los ministros también estudiarán que apoyo pueden prestar al pueblo bielorruso, y qué relaciones deberían tener con Minsk dado que “no reconocemos a Lukashenko como presidente legítimo de Bielorrusia”.
En alusión a la reunión por la mañana con Tsikhanouskaya, que vive exiliada en Lituania, Borrell señaló: “Estamos muy impresionados por el valor y la perseverancia del pueblo bielorruso, especialmente las mujeres bielorrusas, que muestran un auténtico sentido del liderazgo”.
También rechazó las acusaciones de interferencia europea en Bielorrusia, afirmando que “esto no puede considerarse como una interferencia en asuntos internos, porque la democracia y los derechos humanos están en el corazón de la identidad de la Unión Europea”.
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Geir Moulson, en Berlín, contribuyó a este despacho.