Tailandia: Manifestantes reinstalan una placa prodemocracia
BANGKOK (AP) — Manifestantes contrarios al gobierno que ocupaban una explanada histórica en la capital tailandesa instalaron el domingo una placa en alusión a la transición democrática del país para sustituir a la antigua, que fue misteriosamente arrancada y robada hace tres años. Los inconformes prometieron mantener sus demandas de nuevas elecciones y reformas en la monarquía.
La marcha masiva que comenzó el sábado fue la más grande en una serie de protestas este año, con miles de personas acampadas durante la noche en la explanada de Sanam Luang, cerca del palacio real.
Varios activistas perforaron un agujero ante un escenario improvisado y, tras un ritual budista, colocaron con cemento una placa redonda de bronce para conmemorar una revolución de 1932 que transformó Tailandia, de monarquía absolutista a monarquía constitucional.
Parte de la inscripción de la placa decía: “Al amanecer del 20 de septiembre, aquí es donde la gente proclama que este país pertenece al pueblo”. La placa original desapareció en abril de 2017 de la Plaza Real de Bangkok, y fue sustituida por otra elogiando a la monarquía.
“El país no pertenece a una sola persona, sino que nos pertenece a todos. Por lo tanto, me gustaría pedir a los espíritus sagrados que se queden con nosotros y bendigan la victoria del pueblo”,dijo a la multitud el líder estudiantil Parit “Penguin” Chirawak.
Otra activista, Panusaya Sithijirawattanakul, afirmó que sus demandas no plantean eliminar la monarquía. “Son propuestas con buenas intenciones para hacer que la institución de la monarquía siga graciosamente sobre el pueblo bajo un régimen democrático”.
Aun así, las peticiones tomaron al país por sorpresa. Los manifestantes piden limitar los poderes del rey, endurecer los controles sobre las finanzas de la corona y permitir las discusiones abiertas sobre la monarquía. Las demandas son de una audacia sin precedentes, ya que la monarquía se considera sacrosanta en Tailandia y una dura ley contempla penas de entre 3 y 15 años de prisión por difamarla.
Poco antes de que terminara la marcha, Parit convocó una huelga general el 14 de octubre, el aniversario de un alzamiento popular estudiantil en 1973 que puso fin a una dictadura militar después de que docenas de personas fueran asesinadas por la policía. También llamó a otra protesta el jueves ante el parlamento para insistir en sus demandas.
Los organizadores habían anunciado que hasta 50.000 personas asistirían a la protesta del fin de semana, aunque reporteros de Associated Press estimaron que el sábado por la noche había unas 20.000 personas en el lugar.
La multitud era variada, y combinaba desde las banderas rojas de un grupo activista LGTBQ a las enseñas rojas del movimiento político tailandés de los camisas rojas, que se enfrentaron al Ejército tailandés en las calles de la capital hace 10 años.
Las demandas principales del movimiento son la disolución del parlamento con nuevas elecciones, una nueva constitución y que se ponga fin a la intimidación contra activistas políticos.
Los inconformes creen que el primer ministro, Prayuth Chan-ocha, que como comandante del Ejército lideró en 2014 un golpe que derrocó a un gobierno electo, regresó al poder de forma ilegítima en las elecciones generales del año pasado porque se habían cambiado las leyes para favorece a un partido afín al Ejército. Los manifestantes afirman que la constitución promulgada bajo un régimen militar es antidemocrática.