Infantino explica su caso penal en Suiza
GINEBRA (AP) — Ante dirigentes del fútbol que lo escuchaban en 211 países, el presidente de la FIFA Gianni Infantino aprovechó el viernes la asamblea anual del organismo para explicar sus propios problemas legales en Suiza.
Un fiscal especial abrió en julio un procedimiento penal a Infantino. Esta investigación se centra en las reuniones que Infantino sostuvo en 2016 y 17 con el entonces fiscal general de Suiza, quien encabezó una pesquisa sobre la presunta corrupción en el fútbol bajo los dirigentes anteriores de la FIFA.
“Era mi deber como presidente de la FIFA”, dijo Infantino a los dirigentes de las federaciones miembros que miraban su videoconferencia. “Tuve que hacer las diligencias debidas, porque quería liberar a la FIFA de esos viejos valores tóxicos”.
Los críticos de Infantino han considerado inverosímiles las explicaciones dadas por el mandamás de la FIFA y por el ex fiscal general Michael Lauber. Ambos han dicho que no tomaron notas ni recuerdan detalles de sus conversaciones.
Durante años, Infantino ha insistido en que las reuniones tenían el objetivo de ofrecer la ayuda de la FIFA para las investigaciones en curso de las autoridades suizas, incluidas las que desembocaron en un juicio penal de dos semanas que se abrió el lunes.
Jerome Valcke, el ex secretario general de la FIFA, enfrenta varios cargos, incluido uno por la presunta aceptación de sobornos vinculados con acuerdos televisivos de la Copa del Mundo. En un asunto distinto, que involucra la estadía en una lujosa propiedad en Cerdeña, el ejecutivo qatarí del fútbol y la televisión Nasser al-Khelaifi está acusado de incitar a que Valcke cometiera una malversación.
“Seguimos peleando contra la corrupción en el fútbol y continuaremos cooperando con las autoridades de todo el mundo”, dijo Infantino en Zúrich, en el quinto día del juicio de dos semanas en Bellinzona.
Un tercer acusado enfrenta cargos de soborno junto con Valcke.
Mientras que Valcke ocupaba la propiedad de lujo en 2014 y 15, la FIFA firmó un acuerdo por 480 millones de dólares con BeIN Media Group, de Qatar, a fin de renovar sus derechos de transmisión de los mundiales para las ediciones de 2026 y 2030.