Argentina levanta más barreras para compra de dólares
BUENOS AIRES (AP) — Frente a un goteo diario de las reservas en dólares del Banco Central, las autoridades monetarias de Argentina anunciaron el martes nuevas restricciones a la compra de divisa estadounidense para atesoramiento.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso a partir del miércoles gravar con un 35% “las operaciones de formación de activos externos de personas humanas y las compras con tarjetas (débito y crédito) en moneda extranjera”. Se deducirá a cuenta del pago de los impuestos a las ganancias y sobre bienes personales.
En la actualidad, se puede adquirir hasta 200 dólares por mes en el mercado oficial de cambios. Esta operación ya tiene una recarga del 30% de un impuesto que se impuso a fines de 2019.
A partir de la resolución de este martes, el dólar que se cotiza en el mercado oficial a un valor de 79,25 pesos el ahorrista deberá sumarle unos 50 pesos de carga impositiva.
Al mismo tiempo, los pagos realizados por los consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito o débito se tomarán a cuenta del cupo mensual de 200 dólares por ahorrista. El Banco Central aclaró que “no habrá tope al consumo” con tarjetas (débito y crédito) y si la operación supera los 200 dólares se descontarán del cupo de los meses siguientes.
El objetivo de las nuevas restricciones es “desalentar la demanda de moneda extranjera que realizan las personas humanas con fines de atesoramiento y gastos con tarjeta”, dijo BCRA.
Los argentinos se refugian en la compra de dólares por la poca confianza en su propia moneda tras una larga historia de crisis económicas, inflación y devaluación del peso. El contexto actual se ve agravado por la incertidumbre que provoca la pandemia de coronavirus.
Las operaciones de compra de dólares impactan directamente en el nivel de reservas del Banco Central que ya venía en caída por la crisis cambiaria de 2018.
Por otra parte, el Banco Central también eliminó de la posibilidad de que los agentes financieros no residentes lleven adelante operaciones de liquidación de títulos valores contra moneda extranjera y limitará el acceso de grandes empresas a las líneas de financiamiento para exportaciones, ya que éstas se orientarán hacia pequeñas y medianas empresas exportadoras.