Candidato de EEUU es elegido nuevo presidente del BID
PANAMÁ (AP) — Un asesor en seguridad del gobierno de Estados Unidos fue elegido el sábado el nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para los próximos cinco años, convirtiéndose en el primer líder no latinoamericano del organismo desde su fundación hace seis décadas.
Mauricio Claver-Carone obtuvo la elección a pesar de la oposición mostrada previamente por varios países de la región, entre ellos Argentina y México. El escogimiento se dio durante una reunión vía electrónica de la Asamblea de Gobernadores del Banco, máxima autoridad de la institución.
Es el primer representante estadounidense que encabezará el banco que más dinero presta a los países de América Latina. Reemplazará al colombiano Luis Alberto Moreno a partir del 1 de octubre.
Para ser elegido presidente del BID se requería de la mayoría de la totalidad de los votos de los países miembros. Claver-Carone casi tenía la victoria asegurada gracias al apoyo de Estados Unidos (30% de los votos), Brasil (11,3%), Colombia (3,1%) y otros países latinoamericanos que se habían comprometido con la propuesta de Washington, entre ellos Ecuador, Bolivia, Paraguay y El Salvador.
El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo felicitó a Claver-Carone, quien funge en la actualidad como asesor de seguridad nacional para América Latina del mandatario Donald Trump. También fue representante de Estados Unidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y asesor del Subsecretario de Asuntos Internacionales en el Departamento del Tesoro.
“En su papel en el Consejo de Seguridad Nacional, el señor Claver-Carone ha sido un líder visionario en el avance de la prosperidad en el hemisferio occidental y un firme defensor de las instituciones democráticas y la cooperación en materia de seguridad que sustentan el crecimiento económico y el desarrollo”, dijo Pompeo.
Dos de los países latinoamericanos con más peso en el BID —Argentina y México— habían levantado la voz para evitar romper una tradición histórica y elegir a un estadounidense como presidente de la institución. Antes del colombiano Moreno, presidieron el banco el español Enrique Iglesias (1988-2005), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1971-1988) y el chileno Felipe Herrera (1960-1971).
“Estados Unidos puso suficiente peso detrás de la candidatura y la oposición en Latinoamérica llegó tarde y no fue suficientemente sólida para suponer un esfuerzo serio para bloquear la elección”, dijo antes de la elección a The Associated Press Michael Camilleri, del foro educativo y de debate Inter-American Dialogue.
La decisión Argentina de retirar a su candidato, Gustavo Beliz, y participar en la votación terminó de allanar el camino para lograr el quorum del 75% del capital de inversión necesario para realizar la reunión, en la que se escogió a Claver-Carone.
Argentina anunció su decisión el jueves en la noche, después de que surgieron informes no confirmados de que México también participaría de la Asamblea.
El mes pasado las cosas eran diferentes.
México señaló que apoyaba la moción argentina de postergar la elección del BID. Se sumaron Chile, Costa Rica y algunos países europeos inversores del BID. Citando a la pandemia del coronavirus como una de las causas, la idea era también demorarla hasta por lo menos después de los comicios presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
En los últimos días, no obstante, surgieron informes extraoficiales de que el gobierno mexicano asistiría a la Asamblea, ayudando a conformar el quorum para que Claver-Carone sea presidente. La secretaría de Hacienda de México no respondió los mensajes de la AP para esclarecer su posición.
En la elección del BID los votos son nominales, pero el peso de cada país está determinado por el porcentaje de inversión de capital en la institución. Argentina tiene el 11,3% de inversiones en el BID; México representa casi el 7,3%.
Al anunciar su decisión, el gobierno argentino aclaró que se abstendrá de votar e invitó a otros países a hacer lo mismo.
Algunos analistas coinciden en que Argentina cometió un error de cálculo, especulando que México iba a apoyar y así poder postergar la elección. La critican también como contradictoria.
Otros, sin embargo, sostienen que es una manera de mostrarle a Estados Unidos que le permite ganar a su candidato a pesar de que no lo acepta totalmente, en parte porque no quiere romper relaciones con un país al que necesita para renegociar su deuda en el FMI, entre otras cosas.