El Origen De Muchos Ritos En Las Bodas - Parte 2

Al casarnos, sobre todo por la fe católica, lo que un día fue una costumbre y hasta una medida práctica para incorporar en una ceremonia, se ha vuelto una parte importante de ella y guarda un significado específico. Muchas parejas que se casan, los llevan a cabo de manera automática, sin conocer su origen y hasta su simbolismo. Así, les presento algunos de ellos, con el fin de que decidan si los incorporan o no a la ceremonia que tienen en mente cuando se casen:

El velo

Simbolizaba que la novia se apartaba de la vida exterior. De igual manera representa la inocencia, la virginidad, la modestia y la virtud de la novia. En algunas culturas como los musulmanes, hindúes, árabes y hasta los antiguos romanos y griegos, creían que al usarlo, se protegía a las mujeres y en especial a la novia, de las envidias y el mal de ojo. Generalmente, el velo de la novia es blanco, aunque algunas culturas lo utilizan de colores, como el amarillo en señal del himen intacto; el azul, imitando el que usaba la Virgen María y el negro, en honor al profeta Mahoma.

La primera referencia de su uso se remonta a un texto legal asirio del siglo III a.C., estipulando que solamente las mujeres de la nobleza lo podían usar y estaba prohibido para las campesinas y prostitutas. También se usaba de forma estilizada en la celebración de la misa católica, que era obligatorio para entrar en un templo hasta el Concilio Vaticano Segundo, que finalizó en 1965 y en el que se estableció que podía ser opcional. Sin embargo, en la Iglesias Ortodoxa y Protestante sigue usándose en señal de respeto y en las que el mostrar el cabello, es símbolo de seducción. En la actualidad, hay novias que lo usan y se lo retiran y lo apartan hacía atrás de su cabeza, en cuanto las recibe el novio en el altar o hasta cuando el sacerdote finaliza la ceremonia y dice "Los declaro marido y mujer, hijo puedes besar a la novia".

Las arras

Son monedas que tienen un origen oriental y adoptadas posteriormente por los romanos, para reforzar el cumplimiento del acuerdo convenido entre los futuros esposos. Simbolizaban dos cosas: las propiedades y bienes que el futuro matrimonio compartirá y el regalo que el novio hacía a la novia, en agradecimiento a su virginidad, como también la dote que se pagaba. Son 13, número cabalístico, cuyo misticismo se atribuye a los 12 apóstoles y Jesucristo en la última cena. Aunque tiene un significado positivo, también recuerda que, en los momentos malos se debe compartir lo poco que se tenga. Hoy, representan el compromiso que adquiere la pareja ante Dios, para incrementar sus bienes materiales, aprovechándolos lo mejor posible y luchando para que nada falte en el nuevo hogar. Suelen ser de oro o plata, plateadas o doradas, de diferente o una misma denominación entre sí. En México las más comunes son los "maximilianos", llamados así por ser la réplica de las monedas circulantes en la época del segundo emperador mexicano, Maximiliano de Hasburgo, de 1864 a1867.

El lazo

Lo instituyeron los evangelizadores españoles al llegar a América en el siglo XVI, concretamente los franciscanos. Al querer catequizar a los indígenas, los sacerdotes oficiaban misas comunitarias, como bautizos y bodas masivas, en capillas abiertas, ya que los lugareños temían que el techo se les cayera encima, al entrar a recintos cerrados. Pero, al no estar sentados, era difícil que permanecieran quietos o en un mismo lugar, por lo que los sacerdotes tomaron el cordón de sus hábitos, el cual tiene tres nudos que representan los votos de la orden franciscana de castidad, pobreza y obediencia y con el que unían las manos de cada pareja de novios, colocando palma sobre palma y anudándolas, mientras se llevaba a cabo la ceremonia, para saber a quién casaban con quién. Ahora, consta de dos partes con una extensión en medio que es la representación de un lazo invisible, que expresa la unión material y espiritual de los novios entre sí y de todos los seres que están presentes en la celebración. Generalmente, lo colocan amigos o familiares casados y muy queridos por los novios Para que le trasmitan su buena suerte a la pareja de novios. También se cree que debe ser tocado por el novio 24 horas antes del acto, para tener un buen matrimonio. Puede ser de cualquier material, pero siempre debe tener un crucifijo colgando en medio, que representa a Dios que está entre la pareja como símbolo de que Él será el que guíe el matrimonio. Se cree que si son personas solteras los que lo imponen, éstas no se casarán.

El ramo

Viene de los egipcios, luego lo adoptaron los españoles serranos y más tarde, la costumbre fue llevada al resto de Europa, por los cruzados. La flor que más se utilizaba era el azahar, que simbolizaba la pureza y en su conjunto, la fertilidad, mientras que el follaje alejaba a los malos espíritus. El que la novia lance el ramo es una costumbre inglesa, como símbolo de compartir su recién adquirida felicidad. La soltera que lo atrape, sería la siguiente en casarse, porque se creía que las flores traían alegría y buena suerte.

La liga

Es una tradición francesa del siglo XIV. Representaba el límite entre lo permitido y lo prohibido. Tiene el mismo significado que el ramo, pero para los hombres solteros, es decir que si lo conseguían, sería el próximo en casarse. Antes, los hombres invitados a la boda trataban de atrapar a la novia para quitársela. Más tarde y al ver que ella podía sufrir algún daño en la trifulca por ganarla, se decidió que fuera la misma novia quien la entregara al novio, para que él la lanzara. Ahora, el novio es quien se la quita a su esposa y la arroja, entre los caballeros solteros asistentes. Después de lanzarla se acostumbra los amigos paseen al novio, cargándolo como si fuera un cadáver en un entierro y son acompañados por la marcha fúnebre.