Alivio entre hinchas del Barsa; Messi se queda
Los hinchas de Barcelona suspiraron aliviados un día después de que Lionel Messi dijo que esperaría un año para satisfacer su deseo de irse a otro club.
El astro argentino anunció el viernes que, pese a haberle dicho al club que quería irse, se quedaría para la última campaña de su contrato. El jugador de 33 años dijo que lo hacía porque quería evitar la posibilidad de acudir a las cortes para conseguir su salida.
“Se queda", decía la primera plana del diario deportivo de Barcelona Sport junto a una foto enorme de Messi.
El jubilado Roberto Ciervo, de 72 años, celebró la decisión de Messi y expresó alivio porque se haya evitado un final amargo a la carrera del argentino en el club.
Aunque los hinchas están divididos sobre si culpan al jugador o al club por la situación, la inmaculada reputación de Messi en la ciudad española sin dudas ha sufrido un golpe.
Algunos hinchas, como Ciervo, dicen que entienden la decisión de Messi de irse tras los fracasos del equipo en la Liga de Campeones en temporadas recientes, que llegaron a su peor momento con una sorprendente derrota de 8-2 ante Bayern Múnich en cuartos de final el mes pasado. Bajo la presidencia de Josep Bartomeu, las principales adquisiciones en temporadas recientes — Ousmane Dembele, Philippe Coutinho y Antoine Griezmann — han decepcionado.
Messi dijo en una entrevista con Goal.com que "el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra ... siempre me dijo ‘cuando acabe la temporada decides si te quedas o te vas’, nunca puso fecha”.
“Voy a seguir en el Barça y mi actitud no va a cambiar por más que me haya querido ir”, dijo Messi. “Le dije al club, sobre todo, al presidente, que me quería ir. Se lo llevo diciendo todo el año. Creía que era el momento de dar un paso al costado. Creía que el club necesitaba más gente joven, gente nueva y pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona, sintiéndolo muchísimo porque siempre dije que quería acabar mi carrera aquí”.
Aunque había expresado críticas a la incapacidad de equipo de competir al máximo nivel durante la campaña, el argentino no anuncio públicamente su deseo de irse hasta después de la debacle de la Champions. Y su forma de decirle al Barcelona — y sus hinchas — no pudo haber sido más fría: enviando burofax, un documento certificado en España similar a un telegrama, a la oficina del club.
Eso enfureció a algunos de los fieles del club, que apuntaron que Messi debió haber encontrado otra manera de informar su decisión.
Messi defendió su uso del burofax diciendo que “era hacer oficial que me quería ir y que quedaba libre y el año opcional no lo iba a usar y me quería ir. No era para montar un lío, ni para ir en contra del club”.
“Me dolió cuando se puso en duda mi amor por este club”, dijo Messi.
Barcelona arranca la temporada en tres semanas, cuando reciba a Villarreal en el Cam Nou, aun sin hinchas en las gradas debido a la pandemia de coronavirus. Eso significa que Messi se evitará el veredicto de la muchedumbre, por ahora.
Tuvo que aplazar sus planes de salida luego que Barcelona se negó a dejarle irse a menos que fuese activada su cláusula de rescisión de contrato de 700 millones de euros (829 millones de dólares).
Barcelona ha limitado su respuesta al anuncio de Messi a dos tuits. El primero el viernes fue un fragmento de su entrevista con Goal.com diciendo: "me quedo y voy a dar el máximo. Mi amor por el Barça no va a cambiar nunca”. Eso fue seguido por un video el sábado de Messi anotando el gol decisivo en la final de la Copa Mundial de Clubes del 2009.
Messi no se ha entrenado aún con sus compañeros bajo el nuevo técnico Ronald Koeman y no acudió el sábado a las prácticas.