Progresistas arrebatan 3 bancas a representantes demócratas
WASHINGTON (AP) — Progresistas que tratan de inclinar el partido Demócrata hacia la izquierda derrotaron a tres representantes moderados en las primarias y se apuntaron otras victorias, confirmando que son una fuerza que vino para quedarse.
Pero también sufrieron reveses y sus avances fueron relativamente modestos, dando pie a que los sectores de centro digan que el partido sigue firmemente en manos de los moderados.
“El centro ganó la gran enchilada, la contienda presidencial”, dijo Jim Kessler, vicepresidente ejecutivo de la organización moderada Third Way, aludiendo a la victoria de Joe Biden sobre Bernie Sanders en la puja por la nominación presidencial. A Kessler no le impactaron demasiado las tres bancas que los progresistas arrebataron a representantes en ejercicio que buscaban la reelección.
“Si a esto le llaman ganar, pueden hacer lo mismo cada dos años los próximos 20 años”, agregó. “Yo sería feliz”.
Cuando ya se entra en la recta final de las primarias para la cámara baja y el Senado, los progresistas sufrieron un feo revés el martes cuando el alcalde de Holyoke, Massachusetts, Alex Momrse, un candidato abiertamente gay de 31 años que era apoyado por figuras prominentes, falló en su intento de quedarse con la banca de Richard Neal, un veterano con 16 términos en el Congreso que preside el Comité de Medios y Arbitrios.
Esa misma noche, sin embargo, Edward Markey, un senador de 74 años que fue apoyado por sectores progresistas, sobrevivió al desafío del representante Joe Kennedy III, de 39 años, miembro de la dinastía de los Kennedy y quien contaba con el respaldo de figuras del establishment demócrata como Nancy Pelosi.
“No es la edad lo que cuenta, es la edad de tus ideas”, dijo en un tuit la representante Alexandria Ocasio-Cortez, que a los 30 años es una de las abanderadas del movimiento progresista tras derrotar en el 2018 a un político de amplia trayectoria.
Previamente, la abogada de inmigración Jessica Cisneros perdió por poco su batalla con el representante moderado Henry Cuéllar en el sur de Texas y la representante Carolyn Maloney, presidenta del Comité de Supervisión, también sobrevivió a otra reñida contienda en Nueva York. Otros candidatos progresistas que habían generado expectativa perdieron batallas por bancas en el Senado en Colorado, Kentucky, Maine y Texas, y por bancas en la cámara baja en Georgia, Nueva York y Ohio.
El 2020, no obstante, deparó varias victorias a los progresistas.
Jamal Bowman, un educador de raza negra criado por una madre soltera, derrotó el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes Eliot Engel en Nueva York. La empresaria Marie Newman se impuso en Chicago al representante Dan Lipinski, uno de los pocos demócratas en contra del aborto. Y en una contienda entre dos candidatos afroamericanos, Cori Bush venció en San Luis al representante William Lacy Clay, quien llevaba 10 términos en el Congreso y al que había acusado de no participar lo suficiente en el movimiento Black Lives Matter.
Los tres recibieron el respaldo de la organización de base Justice Democrats, que impulsó la candidatura de Ocasio-Cortez hace dos años. Otros dos candidatos de Justice Democrats salieron airosos en las primarias en California y Nebraska.
También cantaron victoria varios grupos liberales. Quince candidatos apoyados por el Bloque Legislativo Progresista, que tiene más de 100 miembros, avanzaron a las elecciones generales de noviembre y no se descarta que consigan más bancas en estados como Nueva York, Nuevo México, Texas y Washington.
Dado que es muy improbable que un legislador en funciones pierda su banca (solo un promedio del 5% lo hacen desde la Segunda Guerra Mundial), los progresistas dicen que sus resultados han sido alentadores.
“Tienen una operación efectiva y bien financiada ahora”, comentó Sean McElwee, quien hace encuestas e investigaciones para demócratas progresistas.
Además, las cuatro integrantes de la “Escuadra” que accedieron a la cámara baja en el 2018 --Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ayanna Pressley-- tienen prácticamente asegurada su reelección. Todas representan distritos dominados por los demócratas. Las tres primeras triunfaron en sus primarias, mientras que Pressley no tuvo oposición.
Los liberales dicen que las encuestas reflejan por qué están consiguiendo buenos resultados: Promueven causas que tienen mucho respaldo, como combatir el cambio climático, ampliar el acceso a la atención médica y subir el salario mínimo a 15 dólares la hora.
“Estamos en sintonía con la gente”, afirmó el representante Mark Pocan, copresidente del bloque progresista.
Las victorias progresistas, no obstante, se dan mayormente en distritos ya controlados por los demócratas y no cambiarán el equilibrio de fuerzas en la cámara baja, donde los demócratas tienen 232 de las 435 bancas en ese cuerpo.