México resta importancia a infecciones entre personal médico
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Autoridades mexicanas restaron importancia el jueves a la elevada tasa de infecciones de coronavirus y decesos entre el personal médico del país, aparentemente poniendo en duda los informes difundidos esta semana de que México tiene la tasa más elevada a nivel mundial.
La Secretaría de Salud señaló que 1.410 médicos, enfermeros y empleados de hospital han muerto de COVID-19, y un total de 104.590 profesionales de la salud han sido diagnosticados con la enfermedad.
Las infecciones entre el personal de salud representan alrededor del 17% del total de 616.900 casos confirmados de coronavirus en el país, a pesar de que el sector forma apenas el 1% de la población. Los fallecimientos entre el personal médico son apenas el 2% del total de decesos en México, y el gobierno dijo que el hecho de que los profesionales de la salud murieran con menos frecuencia que en otros casos severos muestra que no resultaron particularmente afectados por la pandemia.
El argumento parece ignorar que, en general, los empleados de salud son más jóvenes que en otros casos graves — casi la mitad de los enfermos de gravedad de COVID-19 ya rebasan la edad de jubilación —, y que presumiblemente tienen mejor conocimiento médico y acceso a atención, lo que tiende a mejorar sus posibilidades de sobrevivir.
En México únicamente se realizan pruebas de diagnóstico a las personas con síntomas graves — el 99% de la población no se ha sometido a análisis de diagnóstico —, por lo que la mayoría de los analistas concluyen que el número de infecciones en el territorio es mucho mayor a las cifras oficiales.
El gobierno reconoció que sólo unos 283.000 trabajadores de salud se han sometido a pruebas de diagnóstico hasta ahora, lo que equivale a una tercera o cuarta parte del total nacional del sector, dependiendo de la manera en que éste sea definido. Hay unos 650.000 trabajadores de salud del sector público en México, y una cifra casi similar en práctica privada.
La Secretaría de Salud señaló que el 12,3% del personal médico de primera línea en la atención a pacientes de COVID-19 contrajo la enfermedad, mientras que la tasa confirmada de infección en la población general es de apenas el 0,5%.
Las autoridades se defendieron de las críticas de que el personal médico no cuenta con equipo de protección adecuado, señalando que los trabajadores que pidieron licencia de los hospitales públicos durante la pandemia se infectaron en una tasa apenas menor a los que siguieron trabajando. Sin embargo, muchos de los que pidieron licencia tienen otro empleo, probablemente en otros centros de salud, y muchos se ausentaron debido a su edad o a padecimientos previos que los hacían más vulnerables a desarrollar síntomas severos de COVID-19 en caso de enfermarse.
Los trabajadores médicos en México también han realizado manifestaciones para exigir que se les proporcione equipo de protección personal adecuado, y al comenzar la pandemia se confirmaron al menos dos brotes dentro de hospitales en los que decenas de profesionales de salud enfermaron.
El gobierno ha asegurado desde marzo que los trabajadores de hospitales cuentan con todo el equipo de protección necesario, pero los empleados de esas instituciones han bloqueado avenidas de la Ciudad de México en varias ocasiones para mostrar lo que aseguran se trata de equipo insuficiente, inadecuado o por debajo de los estándares de calidad.
En un informe publicado el miércoles, Amnistía Internacional señaló que México tiene la mayor cantidad de fallecimientos por coronavirus entre sus trabajadores de salud, rebasando a los 1.077 de Estados Unidos, 649 del Reino Unido y 634 en Brasil. Señaló que el 42% de las infecciones han sido de enfermeros, los médicos conforman un 27% y otros trabajadores —técnicos, asistentes y personal de limpieza y mantenimiento— representan el 31%.
Las estadísticas de decesos varían, dependiendo de cómo clasifica cada país a los trabajadores de salud, la manera en que se confirman los fallecimientos y la forma en que se reportan.
Por ejemplo, la Organización Panamericana de la Salud enlista 2.506 muertes por COVID-19 entre los empleados de salud en el continente americano, incluyendo alrededor de 1.320 decesos en México, pero apenas 240 para Brasil y 660 en Estados Unidos.