Djokovic conquista 35to título de Masters; Osaka se retira
NUEVA YORK (AP) — Novak Djokovic ha protagonizado muchas peripecias recientes. Desde un dolor de cuello hasta sus pasos para crear un nuevo sindicato del tenis masculino y femenino.
Por si eso fuera poco, volvió al tenis y ganó, como antes de que éste se interrumpiera.
El serbio ostenta una foja perfecta en 2020. Imposible llegar en mejor forma al Abierto de Estados Unidos.
Djokovic empató el récord de Rafael Nadal, al conseguir su 35to título en un certamen de la serie Masters 1000. Se sobrepuso a un mal comienzo para vencer el sábado 1-6, 6-3, 6-4 a MIlos Raonic en la final del Western & Southern Open.
Con ello, mejoró a 23-0 su récord en la campaña, largamente suspendida por el coronavirus.
“Ha sido para mí todo un reto mental y emocional el mantenerme sano y ser capaz de competir en el máximo nivel, para ganar este título”, dijo Djokovic. “Conservar una racha invicta hasta estas alturas del año hace desde luego que tenga más confianza en cada partido”.
Djokovic, quien tiene una foja de 11-0 en sus duelos contra Raonic, llega al U.S. Open como primer preclasificado y favorito indiscutible. El torneo del Grand Slam comienza el lunes.
“¿Qué es eso? ¿23-0?”, preguntó el canadiense en broma durante la ceremonia de premiación. “Sinceramente, si yo comienzo el año 3-0 me siento bastante contento”.
Horas antes, la bielorrusa Victoria Azarenka ganó su primer título de la Gira de la WTA desde 2016, luego de que Naomi Osaka se retiró de la final a causa de una dolencia en el tendón de la corva izquierda.
“Sólo espero darme la oportunidad de tener suficiente tiempo” para recuperarme previo al U.S. Open, comentó la japonesa.
El Abierto Western & Southern generalmente se lleva a cabo en Ohio, pero este año fue trasladado a Nueva York a causa de la pandemia de coronavirus como parte de una apuesta a dos torneos seguidos, dentro de la misma sede en un “entorno controlado”.
Djokovic, que tiene 17 títulos de Grand Slam, enfrentó a Raonic en el Estadio Louis Armstrong, el segundo más importante del U.S. Open, con el techo cerrado a causa de la lluvia.
El serbio lucía apático en el primer set, viéndose exactamente de la forma que se habría esperado dado que disputó una semifinal de tres horas en la víspera, durante la cual se llevó repetidamente una mano al abdomen y necesitó dos masajes en el cuello por parte de un kinesiólogo.
Raonic, ubicado en la 30ma posición del ranking de la ATP, tardó 30 minutos en llevarse el primer set. Djokovic no convirtió ni un punto de quiebre hasta transcurridos 61 minutos de la final, cuando estaba 3-2 en el segundo set, y levantó el puño derecho cuando su golpe de revés capitalizó la oportunidad.
Muy pronto cada quien tenía un set y Raonic parecía reorganizarse rápidamente, rompiendo el saque para ponerse 2-0 en el tercero.
Pero Djokovic se recuperó y le quebró el saque. Lo volvió a hacer la siguiente vez que Raonic sacó, gritando para celebrar una ventaja de 3-2.
Eventualmente, el tenista de 33 años levantó los brazos para celebrar el 80mo título de su carrera y 61ro en cancha dura. Jimmy Connors tiene el récord de hombres con 109 títulos, y los otros tenistas con más trofeos que Djokovic son Roger Federer, Ivan Lendl y Nadal.
El serbio también ganó el Western & Southern en 2018 y ahora es el primer hombre en conquistar cada evento del Masters 1000, un nivel abajo de los Grand Slam, al menos dos veces.
Osaka dijo que sintió un problema con su pierna en el primer partido del torneo. El tirón sobrevino durante el desempate del segundo set de la semifinal, que ganó por 6-2, 7-6 (5) a Elise Mertens.
El sábado, dijo que había sido una “semana emotiva”.
Osaka, de 22 años, plantó cara en el tenis por la justicia racial diciendo que no iba a jugar la semifinal, uniéndose a los jugadores de la NBA, las Grandes Ligas y otros deportes que hicieron una pausa esta semana en reacción a lo ocurrido en el estado de Wisconsin, donde unos agentes policiales balearon a Jacob, Blake, ciudadano de raza negra.
La postura de Osaka provocó que el torneo anunciara que iba a interrumpirse para apoyar la causa y suspendió todos los partidos programados para el jueves.
Azarenka, quien se ubica en la 59na posición del ranking de la WTA, dijo que el título era “especial” porque es su primero desde que se convirtió en madre.