Secuoyas sobreviven incendio en California
BOULDER CREEK, California, EE.UU. (AP) — Cuando un enorme incendio se extendió por el parque estatal más antiguo de California la semana pasada, se temió que muchos árboles en un bosque de viejos secuoyas, algunos de 2.000 años de antigüedad, finalmente hubieran sucumbido.
Pero una reportera y un fotógrafo de The Associated Press subieron el lunes el reconocido Sendero Redwood en el parque estatal Big Basin Redwoods y confirmaron que la mayoría de los viejos secuoyas habían resistido el fuego. Entre los sobrevivientes está uno conocido como Madre del Bosque.
“Son muy buenas noticias, no puedo expresar la tranquilidad que me da”, dijo Laura McLendon, directora de conservación en el Fondo Sempervirens, un grupo ambientalista dedicado a la protección de secuoyas y sus hábitats.
Los bosques de secuoyas están destinados a incendiarse, dijo, así que los reportes de principios de semana de que el parque estatal “desapareció” fueron erróneos.
La oficina del parque histórico ya no está, así como muchos pequeños inmuebles e infraestructura para campamentos que fueron calcinados cuando las llamas atravesaron el parque a unos 72 kilómetros (45 millas) al sur de San Francisco.
“Pero el bosque no desapareció”, dijo McLendon. “Volverá a crecer. Cada secuoya vieja que he visto, en Big Basin y otros parques, tiene cicatrices de fuego. Han pasado por múltiples incendios, posiblemente peores que este”.
Cuando los incendios forestales, vendavales y rayos impactan un secuoya, los que no se vienen abajo pueden reverdecer. Madre del Bosque, por ejemplo, tenía 100 metros (329 pies) de altura, el árbol más grande en el parque. Después de que su copa se rompiera en una tormenta, un nuevo tronco creció en donde había estado el viejo.
Los árboles que caen alimentan el lecho del bosque y se convierten en árboles nodriza de donde crecen nuevas secuoyas. Los bichos del bosque, desde las babosas banana hasta los insectos, se desarrollan bajo los troncos.
El lunes, los arrendajos de Steller buscaban insectos en el anfiteatro al aire libre parcialmente quemado del bosque y se escuchaban pájaros carpinteros picoteando los árboles.
Ocasionalmente, se escuchaba en el valle el eco de un estruendoso golpe creado por la caída de grandes ramas o árboles.
Cuando abrió el Big Basin en 1902, marcó el génesis de la conservación de secuoyas. El parque actualmente recibe a unos 250.000 visitantes al año de todas partes del mundo y millones han recorrido el Sendero Redwood.