Marco se desintegra, abre paso para llegada de Laura a EEUU
NUEVA ORLEANS (AP) — La tormenta tropical Marco comenzó a perder intensidad el lunes, lo que reduce su potencial como amenaza para la costa estadounidense en el Golfo de México pero prepara el terreno para la llegada de Laura como un huracán potencialmente sobrecargado de categoría 3, con vientos que superen los 177 km/h (110 mph).
La combinación de dos tormentas podría traer un nivel histórico de vientos e inundaciones costeras desde Texas hasta Alabama, según los meteorólogos.
Todavía como tormenta tropical, Laura pasó rozando el sur de Cuba después de causar la muerte de por lo menos 11 personas en República Dominicana y Haití, donde dejó sin energía eléctrica y provocó inundaciones en las dos naciones que comparten la isla de La Española. Según se informa, entre los muertos se encontraban una niña de 10 años cuya casa fue golpeada por un árbol, y una mujer y su hijo pequeño que fueron aplastados por un muro que se derrumbó.
No se prevé que Laura se debilite antes de alcanzar las cálidas y profundas aguas del Golfo de México, donde según los pronósticos, podría fortalecerse rápidamente.
“No vamos a esquivar la bala para siempre. Y el pronóstico actual para Laura se ha centrado en Luisiana”, dijo el gobernador John Bel Edwards en una rueda de prensa.
Los botes camaroneros y pesqueros fueron amarrados en un puerto de Luisiana antes de las tormentas. Las banderas rojas advertían a los nadadores que se alejaran del fuerte oleaje. Tanto las clases presenciales como las sesiones escolares virtuales requeridas por la pandemia de coronavirus fueron canceladas en algunos distritos.
Un banco de alimentos que ha estado dos veces más ocupado de lo normal desde marzo, proporcionando comidas a las personas afectadas por la pandemia, se preparaba para cerrar durante unos días debido al clima, pero no sin antes distribuir una última ronda de provisiones a los necesitados.
“Estamos muy cansados”, dijo Lawrence DeHart, director del Banco de Alimentos de las Iglesias de Terrebonne en Houma.
Se declararon emergencias estatales en Luisiana y Mississippi, y se abrieron refugios con catres separados y otras medidas para prevenir contagios de COVID-19.
“Al virus no le preocupa que se avecinen huracanes, por lo que no se va a tomar ningún tiempo de descanso y nosotros tampoco podemos”, dijo Edwards.
Los vientos de Marco disminuyeron a 65 km/h (40 mph) mientras se desplazaba a 65 kilómetros al sureste de la desembocadura del río Mississippi.
Para el mediodía del lunes, un avión que observaba el sistema sólo pudo encontrar una pequeña área de viento lo suficientemente fuerte como para mantener a Marco como tormenta tropical, y esos vientos no estaban cerca del centro.
Debido a la lenta degradación, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo que los vientos de tormenta tropical probablemente no llegarían a la costa norte del Golfo.
Se prevé que Marco pierda la designación de tormenta tropical al final del lunes, dijo el centro de huracanes.
Mientras que Marco se debilitaba, el potencial de Laura se fortalecía y los meteorólogos plantearon la posibilidad de que golpee el oeste de Luisiana y el este de Texas como huracán de categoría 3 desde la tarde del miércoles hasta el jueves.
Una vez que Laura pase por Cuba, el sistema podría fortalecerse rápidamente sobre el agua caliente, que actúa como combustible para sobrecargar la tormenta. Los meteorólogos predijeron vientos de 170 km/h (105 mph) antes de que toque tierra, pero algunos modelos mostraban una tormenta aún más fuerte.
Juntas, las dos tormentas podrían traer un total de 60 centímetros (2 pies) de lluvia a partes de Luisiana, con una marejada ciclónica de más de 3 metros (10 pies) a lo largo de la línea costera de Luisiana y empujando el agua a 48 kilómetros río arriba en el peor de los casos, dijo el meteorólogo Benjamin Schott, que dirige la oficina del Servicio Nacional de Meteorología en Slidell, Luisiana.
El doble golpe se da pocos días antes del aniversario del 29 de agosto del huracán Katrina, que rompió los diques de Nueva Orleans, arrasó gran parte de la costa del Mississippi y mató a hasta 1.800 personas.